Fuerte demanda y el alza de costes hacen escasear el hielo

El distribuidor Iago Fernández, de Ice-Man Ourense.
photo_camera El distribuidor Iago Fernández, de Ice-Man Ourense.
Los fabricantes explican que el precio de la electricidad dificulta el almacenamiento del producto

La crisis de suministros que se vive a nivel mundial desde el estallido de la pandemia parece no tener fin, y ahora afecta también al hielo, del que los suministradores afirman que ya es casi imposible comprar. “Llamé a cerca de 20 empresas en España y ninguna te vende”, afirma Iago Fernández, de Ice-Man Ourense, uno de los principales comercializadores que sirve a superficies como Mercadona, Froiz, Plenus o Eroski.

En su caso, cuenta con mercancía para menos de un día, en el que puede llegar a repartir ente 10 y 15 palés. Normalmente, recibe un tráiler con hielo “cada dos o tres días”, y ahora no lo tendrá hasta la semana que viene. Y esto se produce mientras la demanda no deja de crecer. “Desde que empezó el verano y las fiestas hay un 70% más de ventas de lo que había antes del covid”, agregó Fernández, quien lleva semanas en busca de nuevos suministradores.

Ante la escasez, los vendedores optan por atender a los clientes habituales y rechazar los pedidos nuevos. “A los clientes de siempre no puedes dejarlos sin suministro. Antes te llamaban de una fiesta cualquiera y les servías, pero ahora es imposible”, agregó el responsable de Ice-Man Ourense.

El origen de esta situación se explica, en parte, por el lado de la demanda, pero también está relacionado con la oferta. José Veiga acaba de cumplir 20 años en el negocio del hielo, y lo hace al frente de la fábrica Hielos Galicia. Afirma que la falta de suministro se está produciendo en todo el país, a raíz del aumento de los costes de producción, con un plástico que multiplicó su coste por siete en el último año, mientras que la luz sigue su escalada imparable.  “Antes, tener un saco frío en cámara costaba, al mes, unos 30 céntimos, y ahora cuesta alrededor de 1,05-1,10 euros”, manifestó. Esto provoca que no se haya almacenado el hielo durante los meses previos, y el actual ritmo de producción está por debajo del nivel de demanda.

Competencia desleal

Sin embargo, señala otro factor relacionado con los precios del producto final y de la competencia empresarial. “La culpa de que no haya hielo en España es de los clientes, no de los fabricantes, porque pagan por una botella de agua, de una marca normal, más de lo que cuesta un kilo de hielo, y al hielo le dicen que es caro”, agregó Veiga. 

Afirma que en el sector existen empresas “que tiran los precios, que incluso roban la luz para darle a los clientes el hielo más barato”, unas prácticas que, según su versión, expulsa a otras compañías del mercado. “Si hay un proveedor de hielo que vende por debajo de costes, tú no puedes meter un margen comercial grande, porque esa empresa alquila furgones, los mete en la calle y te coge tus clientes, entonces todo el mundo trabaja al mínimo”, aseguró.

Señala que muchas compañías no cumplen la legislación laboral. “En Galicia sabemos de fabricantes que roban luz, que andan con los furgones sobrecargados y que tienen a empleados asegurados a media jornada”, agregó. Destaca que estas prácticas son las que permiten mantener el precio bajo, y lanza un aviso: “Que todo el mundo sepa que, si el saco (10 kilogramos) de hielo cuesta menos de 5 euros, el fabricante está robando, como mínimo, la luz”. Destaca que solo el coste del saco asciende a 4,50 euros, por lo que no debería venderse a menos de 10 euros.

Esta versión la corrobora Manolo Santiago, gerente de la fábrica Hielos Ulla, quien afirma que “os que estamos no gremio sabemos que ó prezo actual non se pode traballar”, y recuerda que el coste final de la bolsa de hielo es el mismo que el del año 2000. Santiago evita hacer acusaciones directas, aunque apunta que “algo pasa” para que algunas empresas puedan vender tan barato. “Temos datos de algúns fabricantes pequenos que efectivamente os colleron coa luz pinchada, sabemos que os colleron porque a algún incluso lle pecharon o chiringo. Eu vexo prezos de venta ó público que eu non son capaz de poñelo na fabricación, entón, que pasa?”, destacó. Afirma que con su producción, que es de 10.000 kilos diarios, no abastece la demanda.

En Perlamar todavía tienen hielo, aunque su gerente, Modesto Rodríguez, afirma que “en principio se prevén muchos problemas” para los próximos meses. En su caso, decidió hacerse con mercancía cuando empezó a ver las primeras alarmas. “Yo ya hace seis meses que lo sé”, afirmó, y agregó que en Ourense los precios están demasiado bajos. “En el resto de España, el hielo se cobra como lo hay que cobrar, aquí andamos regalando la mercancía”, concluyó.

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