Una banda podría estar comprando en la ciudad joyas de oro robadas en las viviendas asaltadas recientemente para deshacerse de ellas a través de Portugal. La Policía investiga la actividad de al menos seis personas en la provincia, ante la sospecha de que compran oro de forma ilegal y a bajo precio a delincuentes que no están fichados.
A la vivienda asaltada el pasado día 8 de diciembre en Moreiras (Toén) hay que sumarle otra robada en la misma jornada en el barrio de O Pino (Ourense). En ambos casos, los ladrones entraron en los inmuebles por una ventana, tras forzar con un hierro la persiana. De las dos viviendas se llevaron dinero y joyas de oro, el mismo botín que sustrajeron de las casas asaltadas en los últimos meses en el Club Tenis de Ramirás, Santa Cruz, Ribadavia, Xinzo y la ciudad.
La Policía Nacional no pierde de vista los dos negocios autorizados para la compra y venta de oro que hay en la provincia, pero a ellos aún no llegó ninguna alhaja. Los agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil, investigan al menos a seis personas ante la sospecha de que podrían estar comprando oro robado y otros objetos de valor para deshacerse de ellos en Portugal. Es más, según los datos que manejan las fuerzas de seguridad, podrían estar invitando a delincuentes no fichados a los asaltos a viviendas. Los robos que se produjeron en la provincia no fueron obra de bandas organizadas similares a las que robaron las viviendas de personajes conocidos en A Coruña y Pontevedra. Los que están operando en Ourense son deli cuentes que pueden llegar a intercambiar las joyas por droga, explicó el comisario Ángel Barrera.
En la actualidad, tanto la Guardia Civil como la Policía carecen de pistas que les permitan identificar a los ladrones. Tampoco se atreven a tasar en euros el valor de todas las joyas sustraídas en viviendas en lo que va de año, pese a tener una larga lista con detalles, incluidas fotografías, de cada una de las alhajas robadas. Los agentes analizaban ayer las huellas de los tres portugueses (Pedro Manuel S.L., de 36 años; Manuel Fernando L., de otros 36, y Ricardo D.S., de 34) detenidos durante el pasado fin de semana en A Illa (Entrimo) para contrastarlas con las recogidas en las viviendas de Santa Cruz de Arrabaldo, Ribadavia y Ramirás ante la sospecha de que pudieran estar vinculados a los robos, dado que tienen antecedentes.
Son pequeños delincuentes
Las urbanizaciones del Club Tenis Ramirás y Santa Cruz de Arrabaldo no registraron en lo que va de mes ningún robo después de la oleada de asaltos de los meses de octubre y noviembre. La Policía no baja la guardia y custodia las 24 horas la zona ante la sospecha de que los ladrones puedan volver en cualquier momento. Continuamos con el dispositivo de vigilancia hasta detener a los ladrones, afirmó el comisario. Los vecinos, por su parte, extremaron las medidas de seguridad, instalando sistemas de alarma, cámaras de vídeo e incluso dotando a los inmuebles de puertas y ventanas blindadas. El presidente de la comunidad de vecinos del Club Tenis Ramirás, Modesto Prada, coincide con las fuerzas de seguridad en que los ladrones tienen el domicilio en Ourense y, por su forma de actuar, son peque ños delincuentes que escapan al percatarse de la presencia de una persona en la vivienda. Aunque son rateros generan inseguridad y uno no está nunca tranquilo en casa, apuntó.
En una de las viviendas asaltadas en el mes de noviembre, los ladrones abandonaron la caja fuerte después de arrancarla del suelo y tenerla prácticamente abierta, al percatarse de que había llegado el dueño.
La Policía Nacional no pierde de vista los dos negocios autorizados para la compra y venta de oro que hay en la provincia, pero a ellos aún no llegó ninguna alhaja. Los agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil, investigan al menos a seis personas ante la sospecha de que podrían estar comprando oro robado y otros objetos de valor para deshacerse de ellos en Portugal. Es más, según los datos que manejan las fuerzas de seguridad, podrían estar invitando a delincuentes no fichados a los asaltos a viviendas. Los robos que se produjeron en la provincia no fueron obra de bandas organizadas similares a las que robaron las viviendas de personajes conocidos en A Coruña y Pontevedra. Los que están operando en Ourense son deli cuentes que pueden llegar a intercambiar las joyas por droga, explicó el comisario Ángel Barrera.
En la actualidad, tanto la Guardia Civil como la Policía carecen de pistas que les permitan identificar a los ladrones. Tampoco se atreven a tasar en euros el valor de todas las joyas sustraídas en viviendas en lo que va de año, pese a tener una larga lista con detalles, incluidas fotografías, de cada una de las alhajas robadas. Los agentes analizaban ayer las huellas de los tres portugueses (Pedro Manuel S.L., de 36 años; Manuel Fernando L., de otros 36, y Ricardo D.S., de 34) detenidos durante el pasado fin de semana en A Illa (Entrimo) para contrastarlas con las recogidas en las viviendas de Santa Cruz de Arrabaldo, Ribadavia y Ramirás ante la sospecha de que pudieran estar vinculados a los robos, dado que tienen antecedentes.
Son pequeños delincuentes
Las urbanizaciones del Club Tenis Ramirás y Santa Cruz de Arrabaldo no registraron en lo que va de mes ningún robo después de la oleada de asaltos de los meses de octubre y noviembre. La Policía no baja la guardia y custodia las 24 horas la zona ante la sospecha de que los ladrones puedan volver en cualquier momento. Continuamos con el dispositivo de vigilancia hasta detener a los ladrones, afirmó el comisario. Los vecinos, por su parte, extremaron las medidas de seguridad, instalando sistemas de alarma, cámaras de vídeo e incluso dotando a los inmuebles de puertas y ventanas blindadas. El presidente de la comunidad de vecinos del Club Tenis Ramirás, Modesto Prada, coincide con las fuerzas de seguridad en que los ladrones tienen el domicilio en Ourense y, por su forma de actuar, son peque ños delincuentes que escapan al percatarse de la presencia de una persona en la vivienda. Aunque son rateros generan inseguridad y uno no está nunca tranquilo en casa, apuntó.
En una de las viviendas asaltadas en el mes de noviembre, los ladrones abandonaron la caja fuerte después de arrancarla del suelo y tenerla prácticamente abierta, al percatarse de que había llegado el dueño.
