Las llamas se propagaron al municipio de Rubiá y obligaron a evacuar a los vecinos de tres aldeas cercanas al parque de A Lastra

El incendio de O Barco permanece activo tras calcinar 1.200 hectáreas

Vecinos desalojados ante la virulencia del incendio, acompañados de los militares de la Unidad de Emergencias (UME). Al fondo, el  incendio. (Foto: LUIS BLANCO)
El incendio forestal que se inició sobre el mediodía del pasado viernes en Santigoso (O Barco) y puso en aprietos a varias localidades del municipio, continuaba en la noche de ayer activo después de calcinar 1.200 hectáreas de monte raso y arbolado, además de cinco viviendas, viñedos e incluso los postes de madera de varios tendidos eléctricos, lo que provocó que medio millar de vecinos se quedaran sin suministro eléctrico y agua, dado que para abastecer a algunos núcleos de población es necesario bombearla. Las llamas también afectaron al punto limpio y planta de compostaje de O Barco
El fuego continuaba propagándose de forma descontrolado, afectando de madrugada al municipio de Rubiá, limítrofe con O Barco. La Guardia Civil tuvo que evacuar sobre el mediodía de ayer a los vecinos de A Veiga da Cascallá para evitar posibles intoxicaciones a causa de la densa humareda. Hay que recordar que durante la jornada del viernes, los efectivos de emergencia tuvieron que trasladar al Hospital Comarcal de Valdeorras a cinco vecinos (todos a fueron dados de alta) para ser atendidos por inhalación de monóxido de carbono provocado por el incendio.

Tras la evacuación de los vecinos de A Veiga de Cascalla le tocó el turno a los de O Castelo y Vila, los tres en Rubiá, que permanecían fueran de sus casas pasadas las ocho de la tarde.

El fuego alcanzó una frente de más de cuatro kilómetros y, pese a la intervención de los numerosos efectivos de extinción concentrados en la zona, entre ellos los militares de la Unidad de Emergencias (UME), amenazaba con propagarse al parque natural de la Serra da Lastra. La Consellería de Medio Rural alertaba que la intensidad y cambios de dirección del viento estaba dificultando los trabajos de extinción.

Sobre las nueve de la noche, varias máquinas retroexcavadoras abrían grandes cortafuegos para impedir que las llamas se acercasen a los pueblos de Biobra, Vilar de Silva y Covas, aunque a esa hora la Guardia Civil ya había habilitado el correspondiente dispositivo para evacuar a los vecinos de las tres localidades.

La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, se desplazó de nuevo a Valdeorras (la segunda vez en menos de 12 horas). También lo hizo el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, y ambos lamentaron la situación al tiempo que anunciaron una comisión de investigación para esclarecer las causas del incendio e identificar a los autores.

La Xunta mantenía en la noche de ayer activo el nivel de alerta 1 (máximo riesgo) ante el temor de que el fuego se propagase a los núcleos de población, algo que sucedió durante la tarde del viernes en Millarouso, Soulecín, Coedo y Raxoá (O Barco), donde ardieron cinco casas, una de ella habitada, cuyos inquilinos fueron realojados con familiares, según el alcalde, Alfredo García.

Mientras, los efectivos de extinción daba por controlado el fuego que se declaró en San Xoán de Río, aunque con menor virulencia que el de O Barco, tras arrasar 75 hectáreas de monte raso y arbolado.

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