En la ciudad

Jabalíes, una visita cada vez más habitual al casco urbano de Ourense

photo_camera La pareja de jabalíes volvió a aparecer anoche en el puente de Ervedelo e O Couto
Grupos de “porcos bravos” recorren calles de la ciudad bajo la vigilancia de patrullas policiales

Ni son turistas ni precisan certificado covid. Son jabalíes y su presencia es cada vez más habitual por las calles de Ourense, como en la noche del martes en la calle Ervedelo y durante la del lunes en las del Progreso, Concordia, Valle-Inclán, Celso Emilio Ferreiro y el campus. Estos animales provocaron dos persecuciones policiales por el centro de la capital. Y estos encuentros no son los primeros del mes, ya que el día 4 un trío de “porcos bravos” recorrió las calles ourensanas, repitiendo un viaje que ya habían realizado el mes anterior. También cabe recordar la gran cantidad de accidentes de tráfico que se producen por colisiones con jabalíes. En la provincia de Ourense, el 53% de las incidencias en la carretera suceden con animales y, en los últimos seis años ya se registraron 4.387 choques solo con jabalíes. Según la Guardia Civil, esta cifra está al alza cada año, especialmente en la N-525 a su paso por Xinzo, Verín y Ourense. Le siguen las provinciales OU-540 y OU-536.

A pesar de lo inusual que le puede parecer a algunos ver animales silvestres en centros urbanos, Serafín González, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), sostiene que no es inusual la presencia de animales silvestres en los entornos urbanos. “No tiene nada de raro; se están extendiendo e intentando acceder a otros lugares, lógicamente, en busca de alimento”, afirma el científico, destacando que “hay más animales silvestres que se acercan a las ciudades, pero pueden pasar desapercibidos”, relatando cómo un halcón peregrino se dejó ver en el pasado surcando los cielos de la capital.

Dada la alta incidencia, la Policía Local ya salió en más de una ocasión a perseguir a los jabalíes con los coches patrulla. “Ponemos las luces y, siguiéndolos, intentamos dispersarlos hasta una zona de monte”, explican. 

 A la hora de profundizar en por qué los jabalíes se acercan a la ciudad, Serafín González resalta que “no solo los animales se acercan a las ciudades, las ciudades se acercan a los animales”; esta es una consecuencia directa de la extensión de la urbanización, que acerca los límites entre ambos mundos.  “En el caso de la provincia de Ourense, muchos de estos desplazamientos están relacionados con que es una de las provincias que más arde”, explica el naturista, que añade que “la aparición de fuegos provoca que se queden sin alimento y se desplacen”. 

Buscan comida

Este hecho, sumado al aumento de la población de jabalíes, son los principales motivos por los que estos animales se desplazan en busca de comida de forma cada vez más habitual. “Los que sobreviven a los incendios tienen que buscarse la vida”, comenta González.

Sobre cómo poder evitarlos en la carretera, González aconseja a los conductores que tengan cuidado y eviten maniobras evasivas que puedan invadir otro carril”. Recomienda frenar lo máximo posible, sin hacer movimientos bruscos y adecuar la velocidad, ya que “es lo que recomienda la Dirección General de Tráfico”. El presidente de la SGHN ofrece una última recomendación: “Nunca se debe alimentar a los animales silvestres”, ya que pueden acostumbrarse y volver. “Se trata de un animal peligroso al que no debemos acercarnos” sentencia. 

El aumento de la población, un peligro para el clima

Un estudio realizado por la Universidad de Queenland, en Australia, y la Universidad de Canterbury, de Nueva Zelanda, advirtió que la creciente población de jabalíes podría ser una amenaza para el clima. Dicha investigación determinó que los jabalíes liberan a la atmosfera alrededor de 4,9 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, tanto como 1,1 millones de coches.

El doctor Christopher O’Bryan, de la Universidad de Queensland, explicó que los cerdos salvajes “son como tractores que surcan los campos, removiendo el suelo en busca de alimento; cuando arrancan el suelo, se libera carbono a la atmosfera”. O’Bryan resalta que se trata de “una enorme cantidad de tierra, que no solo afecta a la salud del suelo, sino que amenaza a la biodiversidad y a la seguridad alimentaria en las áreas afectadas”.

Te puede interesar