Dos estudiantes ourensanos, alumnos de los institutos Universidad Laboral y As Lagoas, compiten con otros 14 jóvenes gallegos de entre 12 y 18 años para conseguir el premio Galicia Innovación Junior que este año alcanza su sexta edición. El certamen, organizado por la Consellería de Industria e Innovación, pretende incentivar y premiar la capacidad creativa y el afán de investigación de los jóvenes gallegos.
La Universidad Laboral vuelve a destacar en la lista de finalistas que participan en la sexta edición del Premio Galicia Innovación Junior, al contar con un representante entre los ocho mejores trabajos que tratarán de llevarse el premio, el próximo mes de mayo. El estudiante Yhordy Domínguez Rivera, alumno de primer curso de Bachillerato del centro de estudios ourensano, representa a la provincia en el concurso en la categoría de 16 a 18 años. Su investigación se centró en una base múltiple para conexiones eléctricas, aunque presentó otra investigación no seleccionada centrándose en la creación de un compás digital. Organizado por la Consellería de Industria e Innovación de la Xunta de Galicia en la categoría de 12 a 15 años habrá también representación ourensana gracias al esfuerzo de Margarida Rodríguez Tilve, alumna de segundo de ESO del Instituto As Lagoas. Su trabajo constituye un avisador de turbidez de agua. Premiar el espíritu creativo y la capacidad y la capacidad innovadora de los jóvenes de entre 12 y 18 años es el objetivo de este certamen en el que se han presentado cerca de unos doscientos trabajos de investigación de estudiantes gallegos. En el caso ourensano también presentaron sus investigaciones alumnos de otros centros como Guillelme Brown, A Purísima, Laureano Prieto y Blanco Amor. Además de al reconocimiento, los premios a los que optan son ordenador portátil, cámara digital, registro de patente, material electrónico y un tablet PC para el profesor que colaboró con ellos.
Quise aportar solución a un problema de calidad de agua
Margarida Rodríguez Tilve, estudiante del instituto As Lagoas, participa en el concurso con un avisador de turbidez del agua. Para ella es la primera experiencia en un certamen como este y su participación responde a su interés por la ciencia y el respaldo de sus familiares, que la han apoyado en su idea. Margarida explica como el proyecto surgió porque en los días en los que me enteré de la convocatoria había en Ourense problemas con la calidad del agua. Pensé que se podía crear un aparato que, adaptándolo a los grifos de casa, avisase a los usuarios si el agua era apta o no para beber. El sistema hace que el agua pase por un tubo que detecta la idoneidad del agua para el consumo y avisa encendiendo un piloto LCD si se puede beber y se apaga si no es recomendable. En un principio, pensó en elaborar sólo una memoria desarrollando su idea pero después vio que sería capaz de hacer también la maqueta y la puso en práctica. Para mí fue una sorpresa quedar seleccionada porque participa mucha gente de Galicia y la calidad de las ideas y de los proyectos es muy buena, añade Margarida Rodríguez. Reconoce ser una buena estudiante y todavía no tiene muy claro a qué se va a dedicar en un futuro.
Me gusta la idea de crear algo que puede ser útil a la gente
Yhordy Domínguez Rivera estudia primero de Bachillerato y se considera un estudiante con buenos resultados académicos pero que destaca más en materias tecnológicas y prácticas que en las relacionadas con las humanidades. Es natural de Venezuela y lleva en Ourense cerca de tres años. Nunca antes había participado en un concurso de ciencia e investigación pero a principios de este curso vio en el tablón de anuncios de la Universidad Laboral que informaba de la posibilidad de participar en un taller de inventos en el centro. Le gustó la idea y se apuntó. Después surgió la oportunidad de participar en el concurso y no lo dudé. Me atrajo el poder hacer un invento que después pudiese ser útil, confiesa Yhordy Domínguez.
Respecto a como surgió la iniciativa de elaborar una base múltiple para conexiones eléctricas, Yhordy explica que trabajo con ordenadores y equipos eléctricos en casa. En la regleta que tengo me veo obligado a quitar algunos enchufes para poder conectar los transformadores que utilizan algunos de los aparatos. Entonces pensé que realizando las conexiones a 45 grados de inclinación los cables estorbarían menos. El prototipo es grande pero se puede mejorar su diseño y hacerlo más pequeño.
Quise aportar solución a un problema de calidad de agua
Margarida Rodríguez Tilve, estudiante del instituto As Lagoas, participa en el concurso con un avisador de turbidez del agua. Para ella es la primera experiencia en un certamen como este y su participación responde a su interés por la ciencia y el respaldo de sus familiares, que la han apoyado en su idea. Margarida explica como el proyecto surgió porque en los días en los que me enteré de la convocatoria había en Ourense problemas con la calidad del agua. Pensé que se podía crear un aparato que, adaptándolo a los grifos de casa, avisase a los usuarios si el agua era apta o no para beber. El sistema hace que el agua pase por un tubo que detecta la idoneidad del agua para el consumo y avisa encendiendo un piloto LCD si se puede beber y se apaga si no es recomendable. En un principio, pensó en elaborar sólo una memoria desarrollando su idea pero después vio que sería capaz de hacer también la maqueta y la puso en práctica. Para mí fue una sorpresa quedar seleccionada porque participa mucha gente de Galicia y la calidad de las ideas y de los proyectos es muy buena, añade Margarida Rodríguez. Reconoce ser una buena estudiante y todavía no tiene muy claro a qué se va a dedicar en un futuro.
Me gusta la idea de crear algo que puede ser útil a la gente
Yhordy Domínguez Rivera estudia primero de Bachillerato y se considera un estudiante con buenos resultados académicos pero que destaca más en materias tecnológicas y prácticas que en las relacionadas con las humanidades. Es natural de Venezuela y lleva en Ourense cerca de tres años. Nunca antes había participado en un concurso de ciencia e investigación pero a principios de este curso vio en el tablón de anuncios de la Universidad Laboral que informaba de la posibilidad de participar en un taller de inventos en el centro. Le gustó la idea y se apuntó. Después surgió la oportunidad de participar en el concurso y no lo dudé. Me atrajo el poder hacer un invento que después pudiese ser útil, confiesa Yhordy Domínguez.
Respecto a como surgió la iniciativa de elaborar una base múltiple para conexiones eléctricas, Yhordy explica que trabajo con ordenadores y equipos eléctricos en casa. En la regleta que tengo me veo obligado a quitar algunos enchufes para poder conectar los transformadores que utilizan algunos de los aparatos. Entonces pensé que realizando las conexiones a 45 grados de inclinación los cables estorbarían menos. El prototipo es grande pero se puede mejorar su diseño y hacerlo más pequeño.
