La crisis poblacional que sufre Ourense se agravará en la próxima década, ya que la provincia perderá 22.761 habitantes, si se cumplen las estimaciones poblacionales realizadas para el periodo 2011-2021 por parte del Instituto Galego de Estatística.
Así, la provincia contaba con 324.055 habitantes a fecha de 1 de enero de 2011, según indica este estudio. Se trata de la cifra de población según el lugar real donde reside, independientemente de donde esté empadronada, por lo que no coincide con el censo oficial (que se publicó la semana pasada, con 333.257 empadronados en Ourense). Así, el IGE estima que, en la misma fecha de 2021, la cifra de residentes en la provincia quedará en 301.294 personas, tras una caída del 7%.
Este estudio analiza los nacimientos, fallecimientos y movimientos migratorios, teniendo en cuenta su evolución reciente y las tendencias para los años venideros (en función de diversos aspectos, como la situación económica).
Así, los demógrafos consideran que en la provincia nacerán cada vez menos niños. Así, calculan que este año habrá unos 2.000 alumbramientos, cifra que irá cayendo progresivamente y, al final de la década, se situará en torno a los 1.500. Por el contrario, el número de fallecimientos permanecerá estable en la próxima década, en torno a los 4.500. Esto supone que en la actualidad fallecen el doble de ourensanos de los que nacen, pero que a comienzos de la próxima década supondrán el triple.
Mientras, los movimientos migratorios dejan resultados positivos en la provincia, ya que vendrán a residir a Ourense más personas de las que se marcharán a vivir fuera de la provincia. En concreto, a lo largo de la próxima década habrá, en total, 4.807 entradas más que salidas. No obstante, el informe no entra a detallar el perfil de población que llega y que se va (ya que, tradicionalmente, gran parte de la población que se fue de Ourense lo hacía al inicio de su edad laboral, mientras un porcentaje significativo de los que venían a residir a la provincia eran jubilados que retornaban a su localidad de origen).
En todo caso, y a pesar de que el saldo migratorio es positivo, no es suficiente para compensar la pérdida natural de población que ocasiona una cifra de fallecimientos muy superior a la de nacimientos.
POR ÁREAS
Para elaborar este análisis, el estudio del IGE divide la provincia en cuatro áreas: la ciudad y su entorno, Carballiño-O Ribeiro, área central y zona sur. Según las tendencias demográficas, la pérdida de población se producirá en las cuatro zonas, aunque hay marcadas diferencias entre el área de Ourense y el resto de la provincia, ya que la primera registrará un descenso del 0,8%, frente a tasas de entre el 11% y 13% en las demás.
La población ourensana seguirá concentrándose en torno a la ciudad, donde ahora residen el 44% de los ourensanos, mientras en 2021 lo harán el 47%. También será, asimismo, el área con más jóvenes de la provincia, mientras que en el resto de zonas la población infantil será cada vez más escasa y, por el contrario, la cifra de mayores crecerá a lo largo de la próxima década. En concreto, si ahora el número de mayores de 65 años duplica al de menores de 20, en 2021 llegará a triplicarlo.
Este estudio analiza los nacimientos, fallecimientos y movimientos migratorios, teniendo en cuenta su evolución reciente y las tendencias para los años venideros (en función de diversos aspectos, como la situación económica).
Así, los demógrafos consideran que en la provincia nacerán cada vez menos niños. Así, calculan que este año habrá unos 2.000 alumbramientos, cifra que irá cayendo progresivamente y, al final de la década, se situará en torno a los 1.500. Por el contrario, el número de fallecimientos permanecerá estable en la próxima década, en torno a los 4.500. Esto supone que en la actualidad fallecen el doble de ourensanos de los que nacen, pero que a comienzos de la próxima década supondrán el triple.
Mientras, los movimientos migratorios dejan resultados positivos en la provincia, ya que vendrán a residir a Ourense más personas de las que se marcharán a vivir fuera de la provincia. En concreto, a lo largo de la próxima década habrá, en total, 4.807 entradas más que salidas. No obstante, el informe no entra a detallar el perfil de población que llega y que se va (ya que, tradicionalmente, gran parte de la población que se fue de Ourense lo hacía al inicio de su edad laboral, mientras un porcentaje significativo de los que venían a residir a la provincia eran jubilados que retornaban a su localidad de origen).
En todo caso, y a pesar de que el saldo migratorio es positivo, no es suficiente para compensar la pérdida natural de población que ocasiona una cifra de fallecimientos muy superior a la de nacimientos.
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Para elaborar este análisis, el estudio del IGE divide la provincia en cuatro áreas: la ciudad y su entorno, Carballiño-O Ribeiro, área central y zona sur. Según las tendencias demográficas, la pérdida de población se producirá en las cuatro zonas, aunque hay marcadas diferencias entre el área de Ourense y el resto de la provincia, ya que la primera registrará un descenso del 0,8%, frente a tasas de entre el 11% y 13% en las demás.
La población ourensana seguirá concentrándose en torno a la ciudad, donde ahora residen el 44% de los ourensanos, mientras en 2021 lo harán el 47%. También será, asimismo, el área con más jóvenes de la provincia, mientras que en el resto de zonas la población infantil será cada vez más escasa y, por el contrario, la cifra de mayores crecerá a lo largo de la próxima década. En concreto, si ahora el número de mayores de 65 años duplica al de menores de 20, en 2021 llegará a triplicarlo.
