El jefe del servicio admite que es un ’viejo problema’ hospitalario pero que ’no puede seguir así’

Médicos y pacientes reclaman solución a los colapsos que sufren las urgencias del CHOU

Varios pacientes encamados y sus familiares esperan en el pasillo de Urgencias.
La falta de camas está convirtiendo al Servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense en una precaria planta de hospitalización, que entorpece el trabajo diario de sus profesionales, que deben atender no sólo las emergencias sino también a los pacientes ingresados sin ubicación. Aunque el comienzo de semana ha sido conflictivo en esta área, donde se acumularon pacientes ingresados pendientes de ubicación; la calma ha vuelto, aunque la espera de pacientes en pasillos sigue siendo visible.
’Es una situación penosa, ver a hombres y mujeres retorciéndose en los pasillos’. Con estas palabras definía ayer Carlos Carnero, familiar de un usuario que estaba siendo atendido en el área de Urgencias del CHOU, las condiciones que presentaba este servicio. ’Llegamos a las ocho de la mañana y cinco horas después sigo esperando información sobre mi pariente’, añadía.

La enfermera Manoli Blanco expresaba, asimismo, el sentir de los profesionales: ’Tenemos que pedir más medicación y camillas, así como menús para los ingresados. Cada enfermo o familiar nos pregunta constantemente por el médico. Además, esto es un paso continuo de especialistas y familiares, pero a diferencia de planta, no tenemos horarios de visitas o de emisión de informes médicos’. También se quejaba de la falta de espacio para situar a los pacientes, ’que deben permanecer juntos, hombres y mujeres, sin intimidad’.

Sin embargo, a diferencia del lunes y el martes, ayer fue un día tranquilo: a media mañana había cinco pacientes ingresados en la sala B y diez en la de espera de resultados, según el enfermero Juan Manuel Conde, de Satse. Y en las primeras 12 horas de la jornada, 195 usuarios habían demandado asistencia, según el facultativo Arturo González, del sindicato Cems, que detectó un incremento de la demora para entrar a boxes de hora y media.

El médico Adnan Srifi explicaba que la saturación del servicio con ingresos implica una desatención involuntaria de los familiares, una mala ubicación de pacientes y una mayor carga de trabajo. ’Hace falta un hospital geriátrico y mayor educación sanitaria para usar mejor los recursos de Primaria’, señaló.

Una sala B convertible

El jefe de Urgencias, José Antonio Carballo, califica esta situación de ’dura’ y asegura que ’ya no se puede seguir así’. Por ello, propone cambios funcionales en la sala de observación: ’Queremos convertir en horas puntas del día una parte de este espacio en sala de espera de resultados, donde los pacientes puedan estar separados por sexos y acompañados por sus familiares’.

José Antonio Carballo afirma que éste es un ’viejo problema del hospital que nos sobrecarga de trabajo y nos molesta, y mientras estás dedicado a ver pacientes en los pasillos y a soportar las quejas de los familiares, no te dedicas a mejorar tu formación y a avanzar’.

Te puede interesar