Distintos acentos se entremezclan cada vez más en el mercado laboral ourensano, agitado por un récord de la movilidad de trabajadores entre provincias que acaban de dejar al descubierto los recientes datos publicados por la Agencia Tributaria en su memoria anual de la “Movilidad del mercado de trabajo en las fuentes tributarias”, correspondientes al ejercicio del 2021.
Así, las mudanzas en una y otra dirección alcanzaron cifras de récord (en la comparativa no se tienen en cuenta los datos de 2020, año marcado por los estados de alarma y las distintas restricciones y medidas aplicadas) al llegar a Ourense desde otras provincias del Estado un total de 1.615 trabajadores, mientras que hicieron las maletas para irse a otros territorios 1.854 personas.
Especialmente relevante es la cifra de gente que elige desplazarse desde fuera de Ourense si se compara con la de los ejercicios anteriores, duplicando por ejemplo los 863 trabajadores que se instalaron en la provincia en el año 2014, primero del que la Agencia Tributaria ofrece un desglose provincializado. Asimismo, año a año, con excepción del 2018, ha ido aumentando paulatinamente el éxodo hacia otras latitudes.
La mejora de la capacidad de atracción del mercado laboral ourensano dejó en el pasado ejercicio un saldo en la movilidad laboral que, aunque continúa siendo negativo, se encoge sustancialmente respecto a los datos anteriores. Así, la diferencia de 239 trabajadores más que se fueron de los que llegaron contrasta con las de 397, 555, 534 y 546 del período comprendido entre 2019 y 2016, respectivamente. Incluso el año de la pandemia, con datos alterados, dejaba un diferencial negativo de 937 trabajadores.
La mitad de las llegadas, desde el resto de Galicia
Las otras tres provincias gallegas son el origen de la mitad de personas que eligen Ourense para mudarse, con la conexión más natural con Pontevedra, siendo la que genera un mayor flujo de desplazamientos en una y otra dirección, ya que en 2021 llegaron de la provincia vecina 425 personas e hicieron el camino opuesto 530.
El saldo es también negativo con A Coruña y Lugo. Con la primera, se captaron 258 personas y se marcharon 356. Con la segunda la diferencia es más ajustada, con 103 que se instalaron en la provincia ourensana y 124 en la lucense.
Con todo, Madrid y Barcelona se situaron por encima de Lugo en llegadas a Ourense, con 252 y 123 personas, respectivamente.
Destaca también la relación existente con la provincia de León, muy ligada a comarcas como la de Valdeorras. Medio centenar de personas que vivían al otro lado de la comunidad se instalaron en Ourense, mientras que 70 hicieron las maletas en la otra dirección. En términos globales, Ourense recibió trabajadores de 31 provincias españolas en 2021.
Problemas en la franja de edad entre los 30 y 45 años
El cruce de los datos publicados por la Agencia Tributaria con los del informe de movilidad del Servicio Público de Empleo Estatal constata un problema para la provincia en la franja de edad entre los 30 y 45 años, ya que es en la que se produce un mayor diferencial entre los trabajadores que se asientan en Ourense respecto a los que se van.
Así, aquellos que hicieron las maletas firmaron en otros puntos del Estado más de 5.000 contratos, mientras que los que captó el mercado laboral ourensano formalizaron 3.752 acuerdos, lo que supone un saldo negativo de 2.317.
Por otro lado, atendiendo al perfil tipo de la movilidad laboral, el mayor déficit que sufre la provincia es la fuga de aquellos trabajadores con estudios superiores, duplicando las salidas registradas a las llegadas que se producen. Mientras, es más habitual que realicen una mudanza por trabajo los hombres que las mujeres, con los sectores de la agricultura y la construcción como los que mayor tasa de movilidad anotan.
