Los mercados de la provincia, incapaces de atraer a clientes

La competencia de los supermercados y grandes superficies comerciales se ha traducido en una bajada de clientes y la reducción de puestos de la mayoría de las plazas de abastos de la provincia en los últimos años. Algunos de los emblemáticos mercados se han visto obligados a echar el cierre y los que sobreviven, lo hacen a duras penas, a pesar de las iniciativas municipales para promocionar estas áreas.
El edificio de la Praza de Abastos de A Ponte, también en la ciudad, se encuentra en proceso de reforma. Mientras, los titulares de los ocho puestos que quedaban en el recinto desempeñan su actividad en unas casetas próximas con la incertidumbre de cual será su futuro.

En la Plaza de Abastos de Carballiño actualmente sólo funcionan carnicería y pescaderías. Hay 12 puestos libres, repartidos entre las dos plantas, además de otro local ubicado en el exterior del recinto. El Concello realizó recientemente algunas reformas en el edificio para atraer a clientes.

A pesar del bajo coste de concesión del alquiler de la Praza de Abastos de Ribadavia -50 euros mensuales-, existen seis locales libres. Las autoridades municipales modificaron recientemente la ordenanza reguladora para dar cabida a otros productos que antes no se contemplaban a la venta.

La Plaza de Abastos de Celanova atraviesa uno de los momentos más difíciles desde su apertura El edificio, construido en 1933 y en el que llegó a haber una veintena de puestos, parece vivir sus últimos días. La plaza no consigue atraer ni nuevos clientes, ni tampoco a comerciantes que quieran instalarse en ella. Las deficiencias en las instalaciones tampoco favorecen su promoción.

El Concello de O Barco sacó a concurso recientemente ocho puestos vacantes del mercado de abastos de la villa con unas condiciones asequibles con el objetivo de impulsar la actividad del mercado y, al mismo tiempo favorecer la creación de empleo.

Tras su rehabilitación a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, la Praza de Abastos de Verín nunca volvió a funcionar como mercado tradicional. Actualmente alberga el Servicio Extensión Agraria y la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico.

Un caso similar ocurrió con la Praza de Abastos de Xinzo. Cuando el Concello sometió el edificio a una reforma, los puestos se establecieron en un edificio próximo de nueva construcción. Actualmente la planta baja del antiguo mercado alberga el Museo del Entroido y la primera planta está pendiente de adjudicación para ampliar el museo.

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