"El animal llevaba semanas o incluso meses sin apenas alimentarse, deshidratada y con anemia", remite en un informe la Protectora de Animales.
Los dos agentes de la Policía Local que encontraron a la joven perra el 9 de enero de 2014 en una finca de la carretera de A Granxa no dudaron en llamar a la Asociación Protectora de Animales ante la estampa con la que se toparon. El animal, quien estaba resguardado en un recinto de apenas 10 metros cuadrados con heces esparcidas por el suelo, desnutrido, presentaba llagas, úlceras y cortes en diversas partes de su cuerpo. El ejemplar de una raza potencialmente peligrosa -American Stanfor Terrier- apenas se tenía en pie. Pesaba 14 kilogramos cuando el peso normal ronda los 40.
El estado deplorable de la perra tuvo consecuencias para su cuidador, Borja M.V., de 28 años, ya que se abrieron diligencias por maltrato animal. El juicio fijado para el día de ayer en el Penal finalizó con una sentencia de conformidad que le impone tres meses y medio de prisión. La asunción de la pena implica que el inculpado reconoció que el animal fue salvado de una muerte segura, de no mediar la intervención de la Policía Local, por el deplorable estado en el que se topaba. Según describe el fiscal en su escrito de acusación, "la perra apenas se tenía en pie, sin masa muscular, tenía escápulas infectadas y se encontraba deshidratada.
Aunque el acusado no era el dueño, sino que pertenecía a su expareja, quien llegó a declarar como imputada, Borja M.V. asumió su cuidado libre y conscientemente. Y, siendo así, según dice el fiscal, "no le prestó los más elementales cuidados para su subsistencia, a sabiendas que con ello infería daño al animal".
El inculpado declaró durante la instrucción que daba de comer a la perra todos los días a las seis de la mañana, y que permanecía en una finca propiedad de la familia de su expareja en la carretera de A Granxa.
No obstante, en la Protectora de Animales no se creyeron esa versión. En un informe remitido al juzgado aseguraban que, según su criterio, "el animal llevaba semanas o incluso meses sin apenas alimentarse, deshidratada y con anemia".
Asimismo, destacaban en Progape que la perra hubiera fallecido en caso de no haber sido retirada del lugar porque " casi no podía tenerse en pie, sin apenas zona muscular y fatigada".
