Los jabalíes provocaron este año el 51% de los siniestros en la provincia, que registra 69 al mes
Aunque la escena es habitual durante todo el año, en época de caza se repite en una especie de realidad multiplicada. Un conductor circula por la red viaria de la provincia y un jabalí, un corzo o hasta un gato montés cruzan a sus anchas sin posibilidad de esquivarlos o, en el supuesto de que realice una maniobra evasiva, pierde el control del vehículo y vuelca.
Así, más de mil veces al año en Ourense. Entre enero y septiembre de este año, en 621 ocasiones, según el cómputo de la Dirección General de Tráfico. "Hay muchos más, pero los percances leves que no cubre la póliza de seguro tan siquiera se comunican", señala un agente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil.
Los choques con animales son diarios en las provincias del interior gallego (entre dos y tres cada jornada). En Ourense, por ejemplo, la mitad de los siniestros en carretera son ya colisiones con bichos: de un total de 2.150 contabilizados el pasado año hubo 1.081 desencadenados por animales. En la provincia de Lugo, están cerca y en Galicia son el 32%.
A estas alturas, los titulares de las carreteras autonómicas y provinciales ya no dudan en que la irrupción de los animales en las carreteras se ha convertido en un problema de seguridad vial de primer orden. En octubre, el personal del Centro de Conservación y Explotación de Infraestruturas de la Xunta en Ourense recogió 32 cadáveres.
Las especies silvestres causan en esta provincia nueve de cada 10 siniestros, el 10% restante corresponde a la fauna doméstica, que incluye la ganadería. Los jabalíes son los más recurrentes: provocaron el 55% del total de accidentes el pasado año -51,2% en este 2018-, y corzos (determinaron el 29% del total en 2017 y el 33% en los primeros nueve meses de 2018).
Estas colisiones atentan contra la seguridad de los automovilistas, aunque desde septiembre de 2013 -un joven de 24 años falleció y cuatro resultaron heridos en la A-52 a su paso por Cenlle al esquivar a una manada de jabalíes- no cabe lamentar muertos en Ourense. Según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE), en una colisión a 60 kilómetros por hora contra un jabalí, este adquiere el peso de un rinoceronte de 3,5 toneladas. Y un ciervo común se convierte en un elefante.
Responsabilidades
Pero, además, entrañan otro problema: la asunción de responsabilidades después de un atropello. La Ley de Tráfico, explican desde la Jefatura provincial, "permite que los cotos nos paguen los daños pero solo si ese día estaban de caza y el animal sale del terreno acotado", algo, que según advierten estas mismas fuentes, "es difícil de demostrar". El titular de carretera también debe hacerse responsable si no ha señalizado el peligro. Esta opción tampoco es muy factible, porque las distintas administraciones se han lanzado a instalar de forma indiscriminada señales verticales de peligro por irrupción de animal tras las sentencias de los juzgados contenciosos administrativos que les obligaban a pagar.
Desde Tráfico, recomiendan la cobertura en el seguro contra estas incidencias atribuidas a animales. Pero colisiones de todo tipo"porque a veces las compañías las restringen a especies cinegéticas y quedan fuera de cobertura colisiones con animales domésticos, como los caballos. Y advierten de la importancia de "no hacer maniobras evasivas".
