El piloto de una avioneta de extinción de incendios, Íñigo Zubiaga Pagadigorría, de 54 años y oriundo del País Vasco, perdió ayer la vida después de que el aparato que tripulaba se estrellase en las proximidades de Vences (Monterrei), en donde trabajaba en la extinción de un aparatoso fuego que se registró poco después de las 15.10 horas y que se propagó rápidamente por una ladera arbolada emplazada entre este último lugar y Arcucelos (Laza).
Las llamas obligaron a intervenir sobre las 20.30 horas a varias unidades de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la zona por la peligrosidad del fuego, cercano a casas, que llevaba quemadas hasta la noche más de 70 hectáreas. También vecinos de Vences y Arcucelos colaboraron con calderos de agua en la extinción del fuego .
El trágico accidente ocurrió sobre de las 17.15 horas, cuando procedía a realizar una descarga de agua. Al parecer, según fuentes cercanas al caso, aunque se desconocen las causas exactas del siniestro, el piloto pudo verse envuelto por el denso humo que rodeaba el lugar y haber rozado la parte baja del aparato contra una colina cercana. Otra de las posibilidades que manejan fuentes de la investigación es que la avioneta se viera envuelta en la fuerte columna de contención de aire caliente, diera la vuelta, y perdiera el control.
Sea como fuere, a consecuencia del impacto, la avioneta se desplomó contra el suelo quedando destrozada. El piloto habría alertado de que atravesaba problemas y de su intención de saltar del aparato poco antes de que se estrellase, según indicaron fuentes del servicio de Emergencias de la Xunta. Pero su cuerpo, fue hallado, según la Guardia Civil, carbonizado a unos 150 metros del lugar del impacto tras una ardua búsqueda dificultada por el intenso humo. El 061 desplazó hasta el lugar una ambulancia medicalizada y un helicóptero pero no llegó a intervenir. Es el segundo piloto que muere extinguiendo el fuego en pocos días, tras el fallecido en un accidente similar en Albacete.
La Consellería de Medio Rural no confirmó ayer la muerte del piloto hasta las nueve y media de la noche, pese a que el juez había decretado ya una hora antes el levantamiento del cadáver. Sí precisó que el responsable del departamento, Samuel Juárez, se dirigiría ayer mismo al lugar del siniestro para conocer in situ como se había producido el accidente.
El trágico accidente ocurrió sobre de las 17.15 horas, cuando procedía a realizar una descarga de agua. Al parecer, según fuentes cercanas al caso, aunque se desconocen las causas exactas del siniestro, el piloto pudo verse envuelto por el denso humo que rodeaba el lugar y haber rozado la parte baja del aparato contra una colina cercana. Otra de las posibilidades que manejan fuentes de la investigación es que la avioneta se viera envuelta en la fuerte columna de contención de aire caliente, diera la vuelta, y perdiera el control.
Sea como fuere, a consecuencia del impacto, la avioneta se desplomó contra el suelo quedando destrozada. El piloto habría alertado de que atravesaba problemas y de su intención de saltar del aparato poco antes de que se estrellase, según indicaron fuentes del servicio de Emergencias de la Xunta. Pero su cuerpo, fue hallado, según la Guardia Civil, carbonizado a unos 150 metros del lugar del impacto tras una ardua búsqueda dificultada por el intenso humo. El 061 desplazó hasta el lugar una ambulancia medicalizada y un helicóptero pero no llegó a intervenir. Es el segundo piloto que muere extinguiendo el fuego en pocos días, tras el fallecido en un accidente similar en Albacete.
La Consellería de Medio Rural no confirmó ayer la muerte del piloto hasta las nueve y media de la noche, pese a que el juez había decretado ya una hora antes el levantamiento del cadáver. Sí precisó que el responsable del departamento, Samuel Juárez, se dirigiría ayer mismo al lugar del siniestro para conocer in situ como se había producido el accidente.
