La comisión de pleno dictaminó ayer que el 31 de enero se someterá a votación la ordenanza de veladores y terrazas, que no cuenta con apoyos explícitos -ya que el PP pidió ayer mismo que se retirase del orden del día para buscar consenso- y que está amenazada con denuncias por ilegalidades.
El PP, a través de Sonia Ogando, cree que “o máis urxente” es un “diálogo entre veciños e hostaleiros que permita conciliar os seus dereitos, intereses e expectativas, unha acción que lle corresponde ao goberno local”. Tanto PSOE como BNG facilitaron que la ordenanza vaya a ese pleno extraordinario, votando en contra de la retirada que pidió el PP, si bien hicieron reserva de voto. “A posición do PP é curiosa, xa que logo de ter avalado a aprobación inicial da ordenanza e non presentar emendas ou alegacións, deberían deixar a un lado as súas claves electorais, nerviosismo e posibles discrepancias internas e priorizar o interese público”, dijo la socialista Natalia González.
Desde el BNG, Luis Seara mostró su “sorpresa” por la actitud del PP, ya que cree que “só buscan marear a perdiz” tras pedir la retirada de la ordenanza de terrazas del orden del día, cuya aprobación inicial “facilitaron pese a que advertimos da súa inseguridade xurídica e a discriminación entre hostaleiros”.
Por último, la norma que pretende aprobar ya el gobierno cuenta con detractores que tienen previsto denunciarla en los juzgados y en la Comisión Técnica de Accesibilidad , aludiendo a la “cantidad de ilegalidades”, especialmente en materia de accesibilidad.