El documento de la futura ordenanza de veladores de la ciudad, que podría llevarse a pleno en los próximos días, recibió un total de 11 alegaciones por parte de vecinos, hosteleros, el BNG y la asociación O Cimborrio. La mayor parte de las críticas se enfocan en la proximidad de las terrazas con las viviendas, la ocupación excesiva de los veladores de las zonas públicas o la permisividad con la cercanía de las mesas a las fachadas (el documento prevé la posibilidad de no respetar la distancia de 1,80 metros con la fachada si no hay espacio suficiente, como sucede en la mayoría de las calles del Casco Histórico).
Las quejas no son nuevas: la accesibilidad o la extensión de las terrazas fueron temas ya discutidos en anteriores borradores de la normativa. Sin embargo, el informe de la asesoría jurídica del Concello vuelve a darle luz verde al documento, así como el informe del coordinador general, que solo estima dos alegaciones (referidas a la ampliación del concepto de “soportal”). En ambos documentos se recoge la respuesta de la Comisión Técnica de Accesibilidade de la Xunta, que “non presenta contido desfavorable” ante la posibilidad de pegar las mesas a las fachadas. Luis Seara, portavoz del BNG en el Concello, lamenta la postura del órgano autonómico, “que non resolve un dos principais conflitos”.
El visto bueno de la asesoría jurídica permitiría, por tanto, que el documento se lleve a pleno para su aprobación (este viernes se tratará en la comisión del pleno, que podría fijar ya la fecha para su votación). “O PP e DO levan moito tempo negociando entre eles, ao marxe do resto dos grupos. Con nós aínda non falaron sobre as alegacións que presentamos á ordenanza”, explica Seara.
