En esta ocasión fue en la avenida de Zamora, entre los números 17 y 27. Y la protagonista una tubería de 40 años. La empresa Aquagest cortó el suministro de agua entre las 10,40 y las 15,00 horas. El Concello calculó en unos 200 los hogares afectados por la falta de agua corriente. La tubería, fabricada en fibrocemento, estaba completamente lista por la zona en la que se produjo la ruptura. Según el Concello, en próximas fechas se procederá a la renovación de la canalización en la avenida.
Otra tubería con problemas en la ciudad. Ya no se lleva la cuenta. En esta ocasión el reventón se registró en la avenida de Zamora, entre los números 17 y 27, y mantuvo interrumpido el abastecimiento de agua durante cuatro horas y media. Pequeño pero espectacular, señaló el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, el reventón se produjo a las 10,40 horas de la mañana, y afectó a cinco edificios altos, y a tres o cuatro residencias menores.
El Concello, a través de su concejal, calculó en 200 los hogares afectados por el corte, si bien desde Aquagest, la empresa responsable del mantenimiento del servicio, elevó ligeramente los afectados a una horquilla entre 200 y 300. Espinosa destacó el hecho de que los llamadas de vecinos damnificados no se produjesen en un número significativo, lo que puede ser señal de que, al ser verano, y fin de semana, haya menos afectados al estar parte del vecindario fuera de la ciudad. A las 15,00 horas fue posible restablecer el suministro, y comenzar las obras de adecentamiento de la zona afectada, lo que acabó de realizarse a lo largo de la tarde.
La tubería de fibrocemento, de 150 milímetros de grosor, es un clásico de las roturas en los últimos meses, puesto que en una mayoría de casos llevan 40 años bajo tierra. También esta vez fue uno de esos casos. De hecho, en la zona por donde se produjo el reventón el fibrocemento era fino como el papel, explicó Espinosa.
El Concello espera que el temor a una nueva incidencia en la avenida de Zamora conozca su fin en cuestión de semanas. El responsable de Medio ambiente subrayó que en un plazo breve, por ahora difícil de concretar, pero breve, se estará procediendo a la restitución de la canalización de toda la calle. Xunta y Concello, destacó, firmaron ya el convenio que permitirá acometer las obras.
Entre cuatro y seis incidencias al mes
Una parte de la ciudad se abastece de agua que se mueve por un circuito compuesto, en muchos tramos, por tuberías de fibrocemento con más de 40 años de antiguedad. Las averías son habituales. Tan comunes, que Medio Ambiente ha contabilizado una media de ocho incidencias diarias, entre pequeñas fugas, holguras en las juntas, y roturas. Es más, la media de reventones importantes se calcula entre cuatro y seis cada mes.
Durante el mes de mayo, cuando se produjo una escalada excepcional de roturas, al producirse en quince días seis reventones relevantes, Demetrio Espinosa evaluó que sería preciso cambiar unos 100 kilómetros de tubería a lo largo del casco urbano para evitar la oleada de roturas. Del centenar de kilómetros, 40 están catalogadas por el Concello como puntos negros , que se encuentran en las calles Alejandro Pedrosa, Pardo de Cela, Avenida de A Coruña, y parte de los barrios de San Francisco, O Couto y Barrocás.
El Concello, a través de su concejal, calculó en 200 los hogares afectados por el corte, si bien desde Aquagest, la empresa responsable del mantenimiento del servicio, elevó ligeramente los afectados a una horquilla entre 200 y 300. Espinosa destacó el hecho de que los llamadas de vecinos damnificados no se produjesen en un número significativo, lo que puede ser señal de que, al ser verano, y fin de semana, haya menos afectados al estar parte del vecindario fuera de la ciudad. A las 15,00 horas fue posible restablecer el suministro, y comenzar las obras de adecentamiento de la zona afectada, lo que acabó de realizarse a lo largo de la tarde.
La tubería de fibrocemento, de 150 milímetros de grosor, es un clásico de las roturas en los últimos meses, puesto que en una mayoría de casos llevan 40 años bajo tierra. También esta vez fue uno de esos casos. De hecho, en la zona por donde se produjo el reventón el fibrocemento era fino como el papel, explicó Espinosa.
El Concello espera que el temor a una nueva incidencia en la avenida de Zamora conozca su fin en cuestión de semanas. El responsable de Medio ambiente subrayó que en un plazo breve, por ahora difícil de concretar, pero breve, se estará procediendo a la restitución de la canalización de toda la calle. Xunta y Concello, destacó, firmaron ya el convenio que permitirá acometer las obras.
Entre cuatro y seis incidencias al mes
Una parte de la ciudad se abastece de agua que se mueve por un circuito compuesto, en muchos tramos, por tuberías de fibrocemento con más de 40 años de antiguedad. Las averías son habituales. Tan comunes, que Medio Ambiente ha contabilizado una media de ocho incidencias diarias, entre pequeñas fugas, holguras en las juntas, y roturas. Es más, la media de reventones importantes se calcula entre cuatro y seis cada mes.
Durante el mes de mayo, cuando se produjo una escalada excepcional de roturas, al producirse en quince días seis reventones relevantes, Demetrio Espinosa evaluó que sería preciso cambiar unos 100 kilómetros de tubería a lo largo del casco urbano para evitar la oleada de roturas. Del centenar de kilómetros, 40 están catalogadas por el Concello como puntos negros , que se encuentran en las calles Alejandro Pedrosa, Pardo de Cela, Avenida de A Coruña, y parte de los barrios de San Francisco, O Couto y Barrocás.
