LR.- En los últimos 15 meses, las obras del AVE en Ourense recibieron seis inspecciones, dos de ellas por accidentes laborales, según la Consellería de Traballo. Mientras, ayer continuaba la investigación sobre las causas del accidente, que realizan técnicos de Adif y las empresas FCC y Comsa. Aunque todavía ignoran los motivos, reconocen que hubo varios fallos. Para retomar la obra, tendrán que derribar el tablero ya construido y al menos dos pilares (además de reconstruir el caído). Mientras, los cuatro heridos están estables.
En los últimos 15 meses, las obras de la línea de alta velocidad en Ourense recibieron la visita de inspectores laborales en seis ocasiones, según datos de la Consellería de Traballo, dentro del plan de actuación en grandes obras de la construcción, que en el caso de Ourense se aplica también en la autovía a Santiago.
En concreto, en junio de 2006, inspeccionaron el subtramo Amoeiro-Maside, para comprobar las medidas de seguridad en diferentes tajos. Esta misma actuación se realizó en agosto, en el subtramo Ourense-Amoeiro. En enero de 2007, se comprobó la distancia a la línea de media tensión en las obras entre Carballiño y O Irixo. En mayo, se realizó una visita a la empresa Zagope Construçoes e Engenharía, subcontrata de Copasa, porque se había registrado un accidente grave en el tramo Ourense-Amoeiro; y otra a Galaico Leonesa 2005, subcontrata de UTE Carballiño, para investigar un accidente leve en el tramo Carballiño-Irixo (el siniestro del viernes ocurrió entre Maside y Carballiño). La última inspección se realizó a principios de agosto en el tramo más próximo a la ciudad para comprobar la seguridad.
Para los sindicatos, seis visitas no son suficientes. Por ello, piden un aumento de las inspecciones y, sobre todo, de su eficacia, que cuestionan. También reclaman más coordinación entre la Consellería de Traballo y la Inspección para que se cumpla la normativa.
Mientras, ayer continuaba la investigación sobre las causas del accidente del pasado viernes en Carballiño. Javier Sanz, portavoz de la UTE integrada por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Comsa, señalaba que ’está claro que varios elementos fallaron’, pero se desconoce si el error fue mecánico, informático, humano, estructural... Indicó que el siniestro se produjo cuando la estación de avance comenzaba a desplazarse, momento hasta el que todos los parámetros eran correctos, pero la estructura empezó a moverse a más velocidad de la prevista. Los sistemas de frenado (hay varios: cables, gatos hidráulicos...) no funcionaron como se preveía. Según Sanz, los controles -que se habían reforzado por la longitud del viaducto- son tantos que ’creía que era imposible que esto pasase’. El siniestro provocó la rotura de 18 cables de acero que soportaban 500 toneladas de hormigón.
Técnicos de la UTE y Adif están observando los restos para realizar la investigación (no tienen constancia de que la obra haya sido paralizada por el juez) y en breve procederán al desescombro. Antes de retomar los trabajos, será preciso derribar el tablero que se había construido y dos pilares (otro cayó), y analizar el resto de la estructura.
