Los dos grupos de la oposición, formada por PSOE -con ocho diputados- y BNG -con dos-, se mostraron recelosos y defraudados con las palabras pronunciadas por Manuel Baltar en su discurso de investidura.
El nuevo presidente de la Diputación adelantó varios elementos centrales sobre los que pivotarán las líneas maestras de su mandato, algunos en consonancia con las voces críticas que reclaman una modernización y reformulación de la institución provincial, pero que para la oposición no son más que palabras 'vacuas' desprovistas de significado. 'Semella que o discurso é unha enmenda á totalidade do feito polo anterior presidente, pero se realmente existe esta vontade de cambio, por que non se fixo antes?', se pregunta el portavoz de los socialistas, Ignacio Gómez.
Para Xoán Jardón, portavoz del BNG, existen contradicciones manifiestas en esta primera declaración de intenciones, 'como que no discurso falou, por unha banda, de manter o ideario do pai e, por outra, que se debía reformular a Deputación'. Unas imprecisiones que tilda de 'falta de coherencia', a la vez que reclama 'máis concreción e menos formalismos grandilocuentes'. A pesar de las desconfianzas sobre la retórica imprimida al discurso, que ambos grupos interpretan como una forma de perpetuación política sustentada en la paradoja reformista de 'cambiarlo todo para que nada cambie', los portavoces se han apresurado a recoger el guante lanzado por Baltar a la oposición para abrir vías de diálogo.
Los anunciados contactos con la oposición podrían producirse esta misma semana, según fuentes cercanas al nuevo presidente. De hecho, el BNG ya tiene preparada su propia batería de preguntas, aunque lo que más les preocupa es 'coñecer a letra pequena dos seus obxectivos' para discernir si 'esas grandes reivindicacións que anunciou, e coas que en esencia estamos de acordo, vanse aplicar realmente'. Desde las filas socialistas son, si cabe, todavía más pesimistas, y ponen como primera condición para dar un voto de confianza al recién nombrado presidente provincial 'que mude dunha vez a política de contratación de persoal que se ven perpetuando durante os últimos 22 anos'.
José Luis Baltar Pumar, presente en la investidura, elogió el discurso de investidura y dijo 'sentirse moi contento' por las palabras de cariño que recibió, así como por el relevo de quien cree que 'será o mellor presidente da Deputación'.
Entre el público, Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia y secretario general del PPdeG, también quiso arropar al presidente provincial y no dudó en destacar la normalidad democrática del proceso de sucesión, así como de la valía del Baltar Blanco. El presidente en funciones y ahora vicepresidente, Rosendo Fernández, tuvo unas palabras de bienvenida en las que recordó al que 'será sempre o noso presidente -Baltar Pumar- anque se faga raro velo entre o público, pero aínda sinto o seu calor tras 22 anos ininterrumpidos neste asento'.
Para Xoán Jardón, portavoz del BNG, existen contradicciones manifiestas en esta primera declaración de intenciones, 'como que no discurso falou, por unha banda, de manter o ideario do pai e, por outra, que se debía reformular a Deputación'. Unas imprecisiones que tilda de 'falta de coherencia', a la vez que reclama 'máis concreción e menos formalismos grandilocuentes'. A pesar de las desconfianzas sobre la retórica imprimida al discurso, que ambos grupos interpretan como una forma de perpetuación política sustentada en la paradoja reformista de 'cambiarlo todo para que nada cambie', los portavoces se han apresurado a recoger el guante lanzado por Baltar a la oposición para abrir vías de diálogo.
Los anunciados contactos con la oposición podrían producirse esta misma semana, según fuentes cercanas al nuevo presidente. De hecho, el BNG ya tiene preparada su propia batería de preguntas, aunque lo que más les preocupa es 'coñecer a letra pequena dos seus obxectivos' para discernir si 'esas grandes reivindicacións que anunciou, e coas que en esencia estamos de acordo, vanse aplicar realmente'. Desde las filas socialistas son, si cabe, todavía más pesimistas, y ponen como primera condición para dar un voto de confianza al recién nombrado presidente provincial 'que mude dunha vez a política de contratación de persoal que se ven perpetuando durante os últimos 22 anos'.
José Luis Baltar Pumar, presente en la investidura, elogió el discurso de investidura y dijo 'sentirse moi contento' por las palabras de cariño que recibió, así como por el relevo de quien cree que 'será o mellor presidente da Deputación'.
Entre el público, Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia y secretario general del PPdeG, también quiso arropar al presidente provincial y no dudó en destacar la normalidad democrática del proceso de sucesión, así como de la valía del Baltar Blanco. El presidente en funciones y ahora vicepresidente, Rosendo Fernández, tuvo unas palabras de bienvenida en las que recordó al que 'será sempre o noso presidente -Baltar Pumar- anque se faga raro velo entre o público, pero aínda sinto o seu calor tras 22 anos ininterrumpidos neste asento'.
