Según la Fiscalía, el número de procedimientos penales no baja por la crisis, en contra de lo que sucede en el resto de España

Ourense registra casi tres denuncias cada día por violencia en la pareja

Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, el que ve los casos de violencia de género. (Foto: M. ANGEL)
Las denuncias por casos de violencia de género (el maltrato físico o psíquico ejercido contra el cónyuge o pareja y que puede derivar en distintos delitos) no se han reducido pese a la crisis, denuncias que en el resto de España sí han bajado en número aunque ello no signifique que sean menos los casos de maltrato.
Pese a que la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Inmaculada Montalbán, expresaba esta misma semana su preocupación por ese descenso nacional en el número de las denuncias, no sucede los mismo en el término provincial ourensano. En abril y mayo de este mismo año -que son los datos disponibles más recientes- se incoaron 65 y 60 procedimientos penales respectivamente, una tendencia que se plasmó a lo largo de todo el pasado año, tal como recogen los datos que maneja la Fiscalía. Así, según la memoria que se hará pública en el próximo mes de julio, se tramitaron hasta un número de 952 casos, lo que supone casi tres denuncias al día. Los delitos en el seno de la pareja, que son esos, son, por ello, los más habituales dentro de la llamada violencia familiar, que suma 1.305 casos en 2012, pues este es el gran epígrafe en el que también tiene cabida el maltrato entre hijos, padres o abuelos.


LOS DELITOS MÁS FRECUENTES

El maltrato ocasional (403 procedimientos); el habitual (un número de 32); las amenazas (74 casos denunciados); lesiones (un total de 46 denunciadas) y coacciones (14) fueron los delitos que más se llevaron a los juzgados en el ámbito de la violencia de género. Aunque también hubo una tentativas de homicidio y dos agresiones sexuales.

Pero, a pesar de que son muchas las denuncias presentadas, las sentencias condenatorias no van a la par. El fiscal de Violencia de Género, Julián Pardinas, cree que el motivo no es otro que la dispensa que la Ley de Enjuiciamiento Criminal da a las víctimas para eludir declarar en los juicios, lo que hace que muchas veces el ministerio público quede huérfano de material probatorio para inculpar al denunciado.

'Normalmente la denunciante -la víctima suele ser la pareja de hecho o esposa del agresor- se convierte en la única testigo de los hechos, que pese a declarar inicialmente en el juzgado, transcurrido un corto o medio periodo de tiempo, por diferentes razones se niega a volver a declarar', explica el representante del ministerio público.

En cuanto a las órdenes de protección de las víctimas, los jueces denegaron el año pasado dos de cada 10 solicitadas por los fiscales: 62 de las 281 pedidas. La mayor partes de las veces sólo se adoptan medidas de carácter penal (prohibición de comunicar con la víctima).

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