Dos personas de la tercera edad resultaron heridas graves al incendiarse sus casas en O Ceboliño (Ourense) y Tuxe (O Bolo). Este último fue trasladado en helicóptero al hospital Juan Canalejo de A Coruña con quemaduras en todo el cuerpo.
Un vecino de Tuxe (O Bolo), Magín A.G., de 89 años, sufrió ayer quemaduras graves en el 95% de su cuerpo cuando intentaba sofocar el fuego que se declaró en su vivienda.
Las llamas se originaron a las 13.33 horas cuando el octogenario se disponía a encender una estufa de leña en el bajo del inmueble. Las llamas, tras prender en la madera del piso, se propagaron a la ropa que llevaba puesta, sin darle tiempo a quitársela. Su mujer, alarmada por la densa humareda, alertó a los bomberos de Valdeorras, que encontraron al hombre con la práctica totalidad de su cuerpo quemado. Al lugar también acudió una ambulancia del 061, pero el personal sanitario solicitó la presencia del helicóptero de SOS Galicia, que lo trasladó al hospital Juan Canalejo de A Coruña, donde permanecía ingresado en la noche en estado muy grave.
Otro vecino de O Ceboliño (Ourense), Francisco P.Q., de 80 años, se quemó las manos y la cabeza tras intentar sofocar el incendio que se inició a las 04.30 horas en su vivienda. Las llamas se orginaron en la cocina, posiblemente a causa de una chispa que saltó de una hoguera que tenía prendida. En la construcción del inmueble, predomina la madera, lo que facilitó la combustión, originando una densa humareda que alarmó al vecindario que a esa hora estaba durmiendo.
Refugiado en una sala de hormigón
La vivienda que se incendió en O Ceboliño está en el centro del núcleo de población. Las llamas provocaron una densa humareda, que alarmó a los vecinos que a esa hora dormían. Uno de ellos avisó a los bomberos y la Policía Local, que acudieron de inmediato al lugar, ante el temor de que el fuego se propagara al resto de viviendas.
Todo el inmueble estaba en llamas y los bomberos, tras acordonar la zona, buscaron por los alrededores al morador de la vivienda. Temían que pereciera carbonizado pero, tras controlar el fuego, lo encontraron refugiado en un habitáculo contiguo a la casa, con las puertas y ventanas cerradas para impedir que entrara el humo. El pequeño habitáculo es de reciente construcción y las paredes, piso y techo son de hormigón y ladrillo. El octogenario, que presentaba quemaduras en las manos y cabeza, comentó a los bomberos que se refugió en la zona al comprobar que era incapaz de sofocar el fuego, que calcinó todos los enseres y objetos de valor que había en el interior. No pudimos salvar nada, quedó todo convertido en cenizas, explicó un bombero.
Al lugar acudió una ambulancia del 061, que trasladó al herido al Complexo Hospitalario de Ourense donde permanecía ayer ingresado, aunque evoluciona favorablemente.
Las llamas se originaron a las 13.33 horas cuando el octogenario se disponía a encender una estufa de leña en el bajo del inmueble. Las llamas, tras prender en la madera del piso, se propagaron a la ropa que llevaba puesta, sin darle tiempo a quitársela. Su mujer, alarmada por la densa humareda, alertó a los bomberos de Valdeorras, que encontraron al hombre con la práctica totalidad de su cuerpo quemado. Al lugar también acudió una ambulancia del 061, pero el personal sanitario solicitó la presencia del helicóptero de SOS Galicia, que lo trasladó al hospital Juan Canalejo de A Coruña, donde permanecía ingresado en la noche en estado muy grave.
Otro vecino de O Ceboliño (Ourense), Francisco P.Q., de 80 años, se quemó las manos y la cabeza tras intentar sofocar el incendio que se inició a las 04.30 horas en su vivienda. Las llamas se orginaron en la cocina, posiblemente a causa de una chispa que saltó de una hoguera que tenía prendida. En la construcción del inmueble, predomina la madera, lo que facilitó la combustión, originando una densa humareda que alarmó al vecindario que a esa hora estaba durmiendo.
Refugiado en una sala de hormigón
La vivienda que se incendió en O Ceboliño está en el centro del núcleo de población. Las llamas provocaron una densa humareda, que alarmó a los vecinos que a esa hora dormían. Uno de ellos avisó a los bomberos y la Policía Local, que acudieron de inmediato al lugar, ante el temor de que el fuego se propagara al resto de viviendas.
Todo el inmueble estaba en llamas y los bomberos, tras acordonar la zona, buscaron por los alrededores al morador de la vivienda. Temían que pereciera carbonizado pero, tras controlar el fuego, lo encontraron refugiado en un habitáculo contiguo a la casa, con las puertas y ventanas cerradas para impedir que entrara el humo. El pequeño habitáculo es de reciente construcción y las paredes, piso y techo son de hormigón y ladrillo. El octogenario, que presentaba quemaduras en las manos y cabeza, comentó a los bomberos que se refugió en la zona al comprobar que era incapaz de sofocar el fuego, que calcinó todos los enseres y objetos de valor que había en el interior. No pudimos salvar nada, quedó todo convertido en cenizas, explicó un bombero.
Al lugar acudió una ambulancia del 061, que trasladó al herido al Complexo Hospitalario de Ourense donde permanecía ayer ingresado, aunque evoluciona favorablemente.
