El Juzgado de Instrucción Número 2 de Ourense aplazó hasta el próximo martes cualquier tipo de sepelio de la joven brasileña María do Socorro Dasilva, asesinada el pasado mes de febrero, debido a las múltiples peticiones de repatriación de los restos por parte de colectivos inmigrantes.
El Ayuntamiento de Ourense señaló que, ante las múltiples peticiones de que la autoridad judicial reconsidere la posibilidad de repatriación de los restos de María do Socorro Dasilva a Brasil, queda pospuesto hasta el martes cualquier tipo de sepelio. En esa fecha, determinará el proceso a seguir, teniendo en cuenta las demandas que les formularon los colectivos inmigrantes para que se atienda la posibilidad de repatriar el cadáver.
La desaparición de la víctima, de 26 años y natural de Brasil pero residente en la capital de As Burgas, fue denunciada el 11 de febrero, lo que originó la apertura de una investigación. El cuerpo de la joven, supuestamente asesinada por Ramón Fernández, de 48 años, fue recuperado el pasado día 26 por buzos del Grupo Especial de Actuaciones Subacuáticas (GEAS) en el embalse de Cabanelas.
Un grupo de inmigrantes y vecinos de Ourense, naturales de varios países de Latinoamérica y Africa, se organizaron para repa triar a la joven. Las impulsoras fueron Lidia B.R., de 43 años, natural de la República Dominicana y residente en Ourense desde hace 10 años, y la brasileña Sandra C.L., de 40 años y vecina de la ciudad desde hace 14, cuyo único objetivo con esta iniciativa es luchar por la repatriación de los restos de María Socorro, hoy o en un año, en cuanto lo permita el juez, señalaron.
Ambas mujeres se conocieron por casualidad, ya que mientras Lidia buscó ayuda para abrir una cuenta en la que recoger aportaciones para el proceso de repatriación, Sandra comenzó a reunir firmas para, según el texto de las rúbricas, pedir a las autoridades públicas el traslado a Brasil, su país de origen, del cuerpo sin vida de María do Socorro Dasilva, víctima de violencia de género.
Cuenta abierta
Según explicaron, las dos comenzaron a movilizarse al leer en los medios de comunicación que ninguna institución preveía hacerse cargo de la repatriación a pesar de que constataron que su madre y su hija viven en Maranhao, a seis mil kilómetros del aeropuerto más cercano y sin posibilidades económicas.
El colectivo tiene una cuenta abierta en la entidad La Caixa (21006219280200017175) con el epígrafe Repatriación de María do Socorro y hay ocho huchas distribuidas en locutorios, peluquerías de dominicanas y pizzerías, identificadas para recoger cualquier ayuda.
La desaparición de la víctima, de 26 años y natural de Brasil pero residente en la capital de As Burgas, fue denunciada el 11 de febrero, lo que originó la apertura de una investigación. El cuerpo de la joven, supuestamente asesinada por Ramón Fernández, de 48 años, fue recuperado el pasado día 26 por buzos del Grupo Especial de Actuaciones Subacuáticas (GEAS) en el embalse de Cabanelas.
Un grupo de inmigrantes y vecinos de Ourense, naturales de varios países de Latinoamérica y Africa, se organizaron para repa triar a la joven. Las impulsoras fueron Lidia B.R., de 43 años, natural de la República Dominicana y residente en Ourense desde hace 10 años, y la brasileña Sandra C.L., de 40 años y vecina de la ciudad desde hace 14, cuyo único objetivo con esta iniciativa es luchar por la repatriación de los restos de María Socorro, hoy o en un año, en cuanto lo permita el juez, señalaron.
Ambas mujeres se conocieron por casualidad, ya que mientras Lidia buscó ayuda para abrir una cuenta en la que recoger aportaciones para el proceso de repatriación, Sandra comenzó a reunir firmas para, según el texto de las rúbricas, pedir a las autoridades públicas el traslado a Brasil, su país de origen, del cuerpo sin vida de María do Socorro Dasilva, víctima de violencia de género.
Cuenta abierta
Según explicaron, las dos comenzaron a movilizarse al leer en los medios de comunicación que ninguna institución preveía hacerse cargo de la repatriación a pesar de que constataron que su madre y su hija viven en Maranhao, a seis mil kilómetros del aeropuerto más cercano y sin posibilidades económicas.
El colectivo tiene una cuenta abierta en la entidad La Caixa (21006219280200017175) con el epígrafe Repatriación de María do Socorro y hay ocho huchas distribuidas en locutorios, peluquerías de dominicanas y pizzerías, identificadas para recoger cualquier ayuda.
