La picaresca de las rebajas

El periodo de rebajas continúa, pero a día de hoy ya dejó numerosas incidencias en los negocios, aunque apenas se tradujeron en denuncias ante Consumo. Los cambios de etiquetas son las principales.
Las rebajas de esta temporada generaron a día de hoy diez denuncias ante el Instituto Galego de Consumo, la mayoría por falta de información en las etiquetas de los productos rebajados. La cifra se redujo considerablemente si la comparamos con las rebajas de 1998, cuando fueron tramitas 160 denuncias. 'Este año, lo que notamos es que viene mucha gente a solicitar información sobre la normativa de las rebajas, pero, al final, no presentan reclamación', afirmaron en el Instituto Galego de Consumo.

La disminución obedece a que los comerciantes, según el presidente de la Federación de Comercio, Aurelio Gómez Villar, cumplen con la legalidad, 'aceptan sus obligaciones y actúan a la perfección. Puede haber un caso aislado, pero por lo general, el comercio cumple la normativa', afirmó.

En la Oficina de Información al Consumidor (OMIC) de Ourense tampoco se registró ninguna queja, aunque su responsable, Antonio González, detectó un aumento de usuarios reclamando información sobre las rebajas.

Sin embargo, los comercios ourensanos fueron escenario de numerosas incidencias desde que comenzaron las rebajas el pasado 7 de enero, que, sólo en los negocios de la ciudad, obligaron a intervenir hasta en 15 ocasiones a la Policía Nacional. La mayoría de las actuaciones fueron a petición de los industriales al encontrarse con un cliente que pretendía llevarse una prenda con el precio de otra. La picaresca consiste en retirar cuidadosamente el precio de una prenda rebajada para colocarlo en la etiqueta de otra de mucho más valor.

Después, basta con pasar la prenda por la caja y convencer a la cajera, en caso de darse cuenta de la adulteración, de que el responsable era ella o la propia tienda. En la discusión , se pueden dar todo tipo de argumentos. 'Hubo un cliente que llegó a asegurar que había pedido un día libre para comprar un abrigo, que había visto que costaba 20 euros (el coste real, una vez rebajado, era de 130) y si no fuera por ese precio no habría perdido la jornada de trabajo”, afirmaron fuentes policiales.

Otra de los incidentes detectados, la devolución de los regalos (ropa y calzado) de Navidad en el período de rebajas. La cajera devuelve el dinero y el cliente compra las prendas de nuevo, pero ya rebajadas. También hay quien rompe la prenda, una vez comprada, para cambiarla por otra al no sentirse a gusto con ella. 'Incluso tuvimos un cliente que nos devolvió una prenda ya utilizada', afirmó un comerciante de la ciudad.


¿Cómo está resultando la temporada de rebajas?
Bien, pero se nota que estamos en crisis, la gente no dispone de mucho dinero y no compra. Hay muchos clientes pero pocas ventas.

¿Tuvo algún cliente en su tienda que pretendiera engañarle?
Esta temporada aún no registramos ninguna incidencia, pero suele haber clientes que intentan engañarte cambiando los precios en las etiquetas de las prendas. Los precios rebajados suelen estar pegados sobre las etiquetas y son fáciles de despegar y colocarlos en otra, porque son adhesivos. Esto es lo que más abunda en las rebajas y hay que estar muy atentos.

¿Qué busca la clientela en las rebajas?
Los precios. Mucha gente entra en los comercios sólo para mirar los precios, si están muy rebajados. Después miran la calidad de la prenda, la clientela exige mucha calidad, aunque se trate de un producto tirado de precio.

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