El Xardín do Posío reúne a medio centenar de animales, entre pavos, patos, ocas o cisnes. Muchos ciudadanos acuden a diario a darles de comer, a pesar de que de esa tarea ya se ocupa el hostelero Manuel Rojo.

Pienso en bandeja, en O Posío

Un grupo de patos descansa en el césped del Posío. (Foto: JOSÉ PAZ)
Son los animales que habitan en los parques de Ourense un reclamo tanto para mayores como para los pequeños de la casa. Muchos ourensanos realizan visitas diarias a estos lugares y aprovechan para ponerles nombres, alimentarlos e incluso los convierten en su particular foco de atención durante horas. Ellos, sin embargo, patos, pavos reales, ocas, palomas, ranas, peces o gallinas permanecen ajenos a las miradas ciudadanas y conviven con total libertad por las zonas ajardinadas. ¿Pero sólo se nutren de los gestos altruistas de los ourensanos? No.
Es el Xardín do Posío el que reúne a un mayor número de ejemplares, de los cuáles se hace cargo la Concellería de Medio Ambiente, que a su vez delega las competencias de su cuidado diario en el propietario de la cafetería de concesión municipal ubicada en el lugar, Manuel Rojo. En este céntrico y mítico parque de la ciudad, conviven alrededor de 30 patos, así como otros 20 animales, entre ocas, pavos reales o gallinas.

El Concello es el que periódicamente le suministra tres tipos de piensos y cereales a Rojo para que él los reparta entre los animales. Una tarea que realiza desde hace 12 años con especial cuidado y atención. 'Son los primeros clientes que recibimos por las mañanas al abrir la cafetería y no les falta de nada', dice. Rojo asegura que pese a quedarle poco tiempo para la jubilación 'tendré que visitarlos casi todos los días, porque seguro que no me acostumbraré sin ellos'.


CONVIVENCIA

Son los perros que acuden con sus dueños a pasear por el Xardín do Posío los que en ocasiones alteran la buena convivencia entre los animales, sobre todo si éstos no llevan correa. En concreto, hace dos años aconteció un incidente en el lugar cuando un perro que paseaba suelto mordió a una pava y pese a que 'llamamos a la Policía Local y llevaron al animal a la clínica veterinaria correspondiente, ubicada en Maceda, no lograron salvarla', apuntó Rojo. De hecho, sobre este punto quisieron recalar también fuentes municipales al afirmar que 'en ocasións a xente confíase moito e meten ós cans ó parque polo que se atopa nalgúns días moi masificado'. En verano, la hora de mayor afluencia al Xardín do Posío se sitúa pasadas las ocho de la tarde.


LAS PALOMAS

Pero quizás son las palomas que llegan al lugar las que ocasionan más problemas de convivencia en O Posío y en otras zonas de la ciudad tanto entre sus semejantes, como entre los propios visitantes. Y los ourensanos continúan con la vieja costumbre de seguir dándoles de comer. Con todo, es Manuel Rojo el que echa mano de trucos para que las palomas no se hagan con la comida que les da a los pavos. Así, opta en muchas ocasiones, por darles los alimentos de noche, para que éstas no se apoderen de lo ajeno.

También en otros parques de la ciudad, como en el Miño o en el entorno universitario, los ourensanos encuentran una alternativa zoológica. En concreto, en el estanque del campus ourensano pueden encontrarse a unos 40 patos. Mientras, los peces y ranas que conviven en diferentes fuentes siguen llamando la atención de turistas y ourensanos.

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