A una semana de cumplirse cinco meses de 2012, el Concello ha presentado ante los servicios económicos de la institución el borrador de los presupuestos municipales para este año. El gobierno local avanzó ayer las líneas generales de este documento, que contempla una cifra de gastos e ingresos por 101 millones de euros, 2,9 millones menos que los de 2011, que están prorrogados.
El documento está marcado por la crisis económica, que afecta especialmente al capítulo de inversiones reales, que bajan considerablemente (de 9,4 millones a 5,4) y huyen de proyectos estrella, centrándose en la rehabilitación urbana y obras de mejora en parques infantiles y zonas verdes (como el de la calle Concejo), así como obras en los barrios y en el perímetro rural. La disminución de este apartado responde, entre otros motivos, a la ausencia de previsión de ingresos por aprovechamientos urbanísticos, que ya no aparecen reflejados en los presupuestos. También en el ámbito de la construcción, las estimaciones de ingresos se reducen un 60% en lo que respecta al impuesto de construcciones y licencias urbanísticas (en torno a un millón de euros).
En materia urbanística, las posibles indemnizaciones derivadas de la anulación del Plan Xeral y la demolición parcial por orden judicial de un edificio de A Ponte lleva a incluir una partida de algo más de un millón de euros en el capítulo de gasto corriente. En este mismo apartado, la partida de personal se incrementa ligeramente aunque permanece en cifras similares a las del año pasado (más de 34 millones de euros), a la espera de la firma del acuerdo regulador -que negocia la reducción de ayudas sociales a funcionarios-. Siguiendo con el gasto corriente, el borrador incorpora las partidas necesarias para el funcionamiento de nuevos equipamientos (centros cívicos, Casa da Mocidade, Banco de España y estación de bombeo de O Couto), así como el incremento de la factura eléctrica. En este último punto, el Concello pretende sacar a concurso el suministro de energía.
Con el propósito de reducir gastos, bajan las partidas municipales destinadas a las fiestas del Corpus (un 11,3%, quedándose en poco más de 300.000 euros aunque se mantienen los 180.000 euros del Festival de Cine), protocolo (11%, quedando en 82.400 euros), y asignación a los grupos políticos (10%, quedando en unos 174.000 euros), entre otras.
En ingresos, el gobierno pondrá en marcha un plan de lucha contra el fraude con el que pretende recaudar en torno a un millón de euros. Lo llevará a cabo mediante sendos convenios con el Catastro -para detectar inmuebles que no estén dados de alta y, por tanto, no paguen el IBI- y con la Agencia Tributaria -para mejorar el cobro en la vía ejecutiva, sobre todo en las deudas de mayor cuantía-. Incorpora, asimismo, un millón de euros de ingresos por reciclaje, concepto que no se venía abonando al Concello y que fue motivo de polémica con la oposición a principios de año.
El gobierno local destacaba ayer que estos presupuestos 'son quen de atender os servicios fundamentais sen merma e asumir o custe das novas infraestructuras', explica el concejal de Economía, Agustín Fernández. Mientras, el alcalde, Francisco Rodríguez, destacó la 'contención importante de gasto de persoal para manter o equilibrio do Concello' y que 'manteñan o compromiso cos servizos sociais cunha maior carga económica para o Concello pola irresponsabilidade doutras administracións'. Rodríguez asumió la responsabilidad del retraso de las cuentas y lo justificó la 'situación anómala' derivada de la demora de los Presupuestos Generales del Estado. Por su parte, la teniente de alcalde, Isabel Pérez, entiende que 'teñen en conta o que preocupa ós ourensáns, xa que atende ós servizos básicos sen merma e ó desenvolvemento económico da cidade'.
En materia urbanística, las posibles indemnizaciones derivadas de la anulación del Plan Xeral y la demolición parcial por orden judicial de un edificio de A Ponte lleva a incluir una partida de algo más de un millón de euros en el capítulo de gasto corriente. En este mismo apartado, la partida de personal se incrementa ligeramente aunque permanece en cifras similares a las del año pasado (más de 34 millones de euros), a la espera de la firma del acuerdo regulador -que negocia la reducción de ayudas sociales a funcionarios-. Siguiendo con el gasto corriente, el borrador incorpora las partidas necesarias para el funcionamiento de nuevos equipamientos (centros cívicos, Casa da Mocidade, Banco de España y estación de bombeo de O Couto), así como el incremento de la factura eléctrica. En este último punto, el Concello pretende sacar a concurso el suministro de energía.
Con el propósito de reducir gastos, bajan las partidas municipales destinadas a las fiestas del Corpus (un 11,3%, quedándose en poco más de 300.000 euros aunque se mantienen los 180.000 euros del Festival de Cine), protocolo (11%, quedando en 82.400 euros), y asignación a los grupos políticos (10%, quedando en unos 174.000 euros), entre otras.
En ingresos, el gobierno pondrá en marcha un plan de lucha contra el fraude con el que pretende recaudar en torno a un millón de euros. Lo llevará a cabo mediante sendos convenios con el Catastro -para detectar inmuebles que no estén dados de alta y, por tanto, no paguen el IBI- y con la Agencia Tributaria -para mejorar el cobro en la vía ejecutiva, sobre todo en las deudas de mayor cuantía-. Incorpora, asimismo, un millón de euros de ingresos por reciclaje, concepto que no se venía abonando al Concello y que fue motivo de polémica con la oposición a principios de año.
El gobierno local destacaba ayer que estos presupuestos 'son quen de atender os servicios fundamentais sen merma e asumir o custe das novas infraestructuras', explica el concejal de Economía, Agustín Fernández. Mientras, el alcalde, Francisco Rodríguez, destacó la 'contención importante de gasto de persoal para manter o equilibrio do Concello' y que 'manteñan o compromiso cos servizos sociais cunha maior carga económica para o Concello pola irresponsabilidade doutras administracións'. Rodríguez asumió la responsabilidad del retraso de las cuentas y lo justificó la 'situación anómala' derivada de la demora de los Presupuestos Generales del Estado. Por su parte, la teniente de alcalde, Isabel Pérez, entiende que 'teñen en conta o que preocupa ós ourensáns, xa que atende ós servizos básicos sen merma e ó desenvolvemento económico da cidade'.
