El parón en las ventas ha generado un exceso de oferta y el cierre de 10 inmobiliarias desde otoño

Promotores y particulares bajan los precios de sus viviendas para darles salida en el mercado

Dos carteles informan de las 'rebajas' en los precios de viviendas. (Foto: miguel Ángel)
Cuando está a punto de cumplirse un año del inicio de la crisis económica, la recesión en el mercado de la vivienda lleva a las inmobiliarias a buscar alternativas de venta para afrontar el parón. Desde el lunes, una agencia ourensana tiene en marcha una cam paña de ‘rebajas’. Y es que bajar los precios es la solución por la que se decantan particulares y promotores para vender sus pisos en un mercado marcado ya por un exceso de oferta. Otras agencias han tenido menos suerte, hasta 10 han cerrado desde otoño.
La recesión en el mercado de la vivienda continúa marcada por un notable descenso en las operaciones de venta de pisos, que está provocando casi el cierre de una inmobiliaria al mes. Hasta una decena de agencias se han visto obligadas a cerrar en Ourense desde el pasado otoño y otras han tenido que reducir gastos cerrando alguna de sus oficinas o trasladándose a locales más económicos para hacer frente al parón.

El próximo sábado, día 9, se cumple un año de la inyección de capital que el Banco Central Europeo (BCE) aportó a los mercados monentarios por valor de 95.000 millones de euros y que fue la primera medida que evidenció la crisis que estaba por llegar. Doce meses después, el sector inmobilario la sigue padeciendo. Las ventas ya no se contabilizan por meses (una o dos en las épocas de auge), sino por trimestres (una o dos en el mejor de los casos), lo que ya ha empezado a generar una situación de exceso de oferta, según confirman los propios agentes inmobiliarios. Ante esta dificultad para dar salida a los viviendas en venta, bajar los precios se ha convertido en una necesidad por parte de los particulares y, más timidamente, también por los promotores, hasta ahora reacios a dar este paso. La bajada de precios marca sobre todo la vivienda de segunda mano, donde se está registrando un descenso medio de unos 10.000 euros sobre el coste inicial de venta. Hay inmobiliarias que aseguran, incluso, que ante la falta de demanda, el cliente adquiere cada vez más protagonismo y ‘el comprador empieza a fijar el precio’. En la vivienda nueva también se está jugando ya con los precios a la baja (una urbanización de chalés de la ciudad ha bajado una media de 15.000 euros en cada vivienda). Con un parón generalizado en ventas, la mayor actividad inmobiliaria recae ahora en los alquileres, con una media de cuatro o cinco al mes.

Las ‘rebajas’ llegan al sector inmobiliario

La crisis agudiza el ingenio. La ralentización en el mercado de la vivienda está llevando a las inmobiliarias a buscar nuevos mecanismos para poder paliar el bache. La agencia ‘Metropole’ ha iniciado su propia campaña de rebajas. La iniciativa surge ante la propia reacción de los propietarios de viviendas por la imposibilidad de conseguir comprador. Así las cosas, la agencia pone el marketing y, con el correspondiente anuncio de ‘Rebajas’ en el escaparate, pone a la venta la vivienda conforme al precio rebajado e informando del precio inicial con el que había salido al mercado, según explica el administrador, Jorge Fernández. La pionera en la ciudad fue la inmobiliaria ‘Moreiras’, dispuesta a hacer una subasta a la baja para lograr descuentos en los precios de los pisos, aunque finalmente ésta no llegó celebrarse.

La crisis ecónomica cumple su primer año

Nada hacía presagiar hace más de doce meses que el (al menos aparente) buen estado de salud de las economías occidentales iba a enfermar de gravedad. Pero a lo largo del mes de agosto del pasado año el pánico se desató en las bolsas mundiales tras el desplome de las hipotecas basura en Estados Unidos, que derivó en una crisis crediticia con consecuencias catastróficas para la economía global, con posibilidad incluso de ir a peor hasta principios de 2010.

Lo ocurrido con las hipotecas ‘subprime’ puso en evidencia a los sistemas de control de riesgos de la banca internacional, así como a la normativa reguladora y de supervisión, que no han sido capaces de combatir una crisis global que algunos sitúan como la más grave de la historia, por encima incluso del crack del 29.

Señal inequívoca

La primera decisión que evidenció la crisis que se avecinaba se produjo el 9 de agosto de 2007. El Banco Central Europeo (BCE) inyectó fondos por valor de 95.000 millones de euros en los mercados monetarios con el objetivo de evitar una subida del coste de los créditos. Pero esta inyección no resolvió las dificultades de los bancos y durante este tiempo se han ido sucediendo nuevos ingresos de capital por parte del BCE y de la Reserva Federal (Fed), que pese a aliviar momentáneamente la situación, no han conseguido que los costes de financiación de la banca sigan incrementándose.

Las crisis de liquidez y de solvencia bancarias han limitado la financiación de los hogares y de las empresas, con lo que el consumo se resiente y el crecimiento de la economía se frena. Asimismo, este círculo vicioso se ha visto acompañado además por una subida de la inflación que ha provocado que las familias tengan que apretarse el cinturón más que nunca.



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