Coronavirus en Ourense | La provincia deja atrás nueve meses de medidas especiales

(MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera Toda la hostelería amplió ya su horario hasta la una de la madrugada (MIGUEL ÁNGEL).
Desde hoy, todos los concellos ourensanos se encontrarán en el nivel más bajo de restricciones

A mediados de septiembre del año pasado comenzaba el periplo de la provincia con las medidas especiales. Cuatro calles de O Couto en la ciudad fueron las primeras en ver limitadas las interacciones sociales y la actividad de la hostelería, para luego ampliarse a todo el barrio. El mes terminó con la aplicación de medidas para toda la ciudad y para O Barco. 

Octubre comenzó con la prohibición de reuniones entre personas no convivientes en la ciudad ante la subida de casos, para poco después aplicar un cierre perimetral tanto a Ourense como Barbadás. En esa misma reunión de los expertos, los concellos de la comarcas de O Carballiño, O Ribeiro, Allariz, Ourense, Verín y O Barco aumentaron restricciones ligadas a las reuniones y a la actividad hostelera. A mediados de mes, la movilidad también quedó restringida entre O Carballiño, O Irixo y Boborás, además de incorporar otras restricciones a Celanova. Sanidade pus en marcha en este momento el conocido como “modelo Carballiño” que en noviembre se aplicó en casi toda Galicia, con cierres perimetrales y la hostelería cerrada.

En la antesala de la segunda ola, la provincia era la más afectada por las restricciones. A finales de octubre se decretó el segundo estado de alarma que implicó un toque de queda a las once de la noche hasta las seis de la madrugada. El “modelo Carballiño” se amplió a más territorios gallegos y a los principales concellos ourensanos, llegando a afectar a comarcas enteras.

A finales de noviembre la situación epidemiológica comenzó a mejorar y en diciembre se levantaron las restricciones en la mayoría de concellos. Todas las medidas que se fueron aplicando eran con vistas a la Navidad, con Galicia perimetrada. 

El año comenzó con la aplicación de las medidas más duras que a finales de enero dejaron a todos los concellos de Galicia perimetrados, con prohibición de reuniones entre no convivientes, con la hostelería cerrada o el comercio abriendo solo hasta las 18,00 horas. Estas restricciones se prolongaron al menos un mes, durante el que muchos municipios alcanzaron su pico de casos. 

La desescalada de la tercera ola comenzó con medidas de cierres perimetrales, de hostelería y de limitación de concellos seleccionados por su evolución, empezando por Boborás o A Mezquita en marzo hasta acabar con Lobios la semana pasada. Este fue el último concello hasta el momento bajo nivel máximo en la provincia, que hoy tendrá a todos sus municipios en el de menores restricciones. 

Concellos en mínimo de casos

La situación epidemiológica de los concellos ourensanos está en niveles bajos. Analizando los datos de los más afectados, Ourense registraba ayer 76 positivos, cuando a principios de febrero alcanzó su pico de la pandemia con 1023. Xinzo fue otro de los grandes golpeados por la tercera ola y llegó a notificar 237 casos activos a mediados de enero, cuando ya se le había aplicado el “modelo Carballiño”. La cifra de ayer dista mucho de ese número de contagiados, siendo cuatro las personas infectadas en el municipio.

Esta tendencia se repite en Verín, que llegó a tener 174 positivos el 26 de enero. A partir de ahí, los casos fueron descendiendo y, a pesar de leves repuntes en los meses posteriores sin llegar a cifras alarmantes, ayer notificaba siete positivos. La situación en Allariz también fue preocupante al inicio de año, con un pico de 124 positivos. Las restricciones también le afectaron más pronto que al resto de municipios y bajó su incidencia. Ayer solo informaba de un contagio. 

O Carballiño, quien marcó el inicio de las restricciones más duras en octubre, llegó a tener 109 positivos en febrero, lejos de los seis de ayer. Al contrario, en estos últimos meses, O Barco sufrió una serie de brotes que preocuparon a los expertos. Su máximo fue en febrero con 64 contagios. Logró recuperarse, pero en abril, un brote en Carballeda de Valdeorras le afectó y elevó restricciones. Salió de ellas para poco después entrar en un nuevo nivel que hoy deja atrás. Ayer notificaba 13 casos activos.

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