Resumen de la semana en clave ourensana
Parte de la provincia colgó el cartel de lleno gracias al puente del primero de mayo pese a que días antes la EPA nos había dicho que casi somos pobres de solemnidad y la crisis está para quedarse.
LUNES, 28 El nuevo papel de oposición del PP
El anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial prevé la desaparición de los partidos judiciales. Eso supondrá que se centralice en las capitales de provincia la prestación de un derecho básico y de un plumazo se eliminen los juzgados de las villas de la provincia. El PP ourensano, que se parapeta defen- diendo las políticas de su jefe Rajoy, se ha desmarcado en esta ocasión de la hoja de ruta que marca su ministro Gallardón. Es más, según contaba La Región, el partido pide "o achegamento da administración de Xustiza ao cidadán", considerándolo "un feito irrenunciable". Al PP de Ourense le sobran motivos para oponerse al anteproyecto que traza su partido, pero no es el único que vulnera intereses de la provincia. Ahora que los populares han cogido carrerilla igual ponen en un brete a los de Santiago y Madrid en otros asuntos. Yo tampoco lo creo.
MARTES, 29. Parques poco empresariales
El dato es demoledor: Hay 270.000 metros cuadrados de suelo empresarial libre en la provincia, como leímos el martes en estas páginas, y aún por encima es más caro que en Portugal o El Bierzo. Algunos parámetros están fuera de la lógica de mercado. No se puede vender más caro que la competencia a sabiendas que tu producto no es competitivo y se ha quedado sin mercado. Las empresas están lo suficientemente ahogadas como para posponer ampliaciones y los polígonos acumulan naves cerradas en manos de los bancos o de los juzgados por embargo. Eso sin contar los millones de euros gastados en asentamientos empresariales fallidos. ¿Ejemplos? Les adelanto tres, que no son los únicos: la Cuidad del Transporte es un erial, la ampliación del Parque Tecnológico no tiene demanda y el parque empresarial de Luintra está a punto de ser devorado por la maleza sin ser estrenado. ¿Dinero gastado sin previsión? O despilfarro.
MIÉRCOLES, 30. Ojo con el sesgo de los datos
Como cabía esperar la Encuesta de Población Activa nos ha dado un revolcón, más por los datos estructurales que por los coyunturales. Mejora ligeramente la cifra de desempleados en Ourense (1.700 menos en el primer trimestre) pero resulta que nuestra tasa de actividad se queda en el 47%, un "honor" que compartimos con Zamora en la cola de España. Solemos achacarle a la crisis la responsabilidad de esta situación pero creo que debemos proyectar el análisis un poco más allá. La crisis es como la enfermedad, llega al galope pero se va caminando, si se va. Desde el 2007 no nos salen los números, pero en el caso de Ourense hay que orientar mejor el retrovisor.Una provincia no tiene más población subsidiada que activa en solo siete años, no se llega al 30% de mayores de 65 años de un día para otro, no nos quedamos por debajo de los 100.000 cotizantes a la Seguridad Social en un suspiro o no perdemos más de 4.000 habitantes cada año desde que llegó la crisis. Nuestros peores datos se arrastran desde mucho antes, aquellos que no veíamos porque estábamos bajo los efluvios de una economía dopada y de un estado de bienestar que nos hacía creer que "alguien" tenía que hacerse cargo de todos nosotros. Nuestros datos casi siempre fueron malos, como malos han sido los responsables de interpretarlos y pilotar una provincia que iba camino del barranco. Pero siempre estaremos a tiempo de hacer otro plan estratégico.
JUEVES, 1. Un poco antes del código ético
La Diputación de Ourense ya tiene su código ético porque así lo aprobó el miércoles el pleno del organismo provincial con los únicos votos del PP. El reglamento pone una serie de "deberes éticos" a sus políticos y el asunto tiene pocas vueltas, pero alguna sí que podemos darle con unas cuantas preguntas que dejamos en el aire. ¿No había ética en la institución hasta que se aprobó el código? ¿No salían hasta entonces los políticos con la ética puesta de casa? ¿Es insuficiente la ley, que todos tienen que cumplir, para que haya que redactar el famoso código? ¿Dónde tasamos la honestidad de los políticos, en recibir muchas o pocas dádivas? ¿Con la aprobación del código damos por hecho que todos los que lo aprobaron pasarían la prueba del algodón sobre sus responsabilidades públicas pasadas y presentes? Y, por último, ¿quién da certificados éticos hoy en día?
VIERNES, 2. Puede dar la vuelta, está cerrado
Día 23 de enero de este año. Se celebraba Fitur en Madrid, una de las ferias de turismo más importantes del mundo. Allí, como en Liliput, Ourense presentó su oferta turística y el alcalde de la ciudad, Agustín Fernández, engoló un poco la voz para estar a la altura y dice: "Las aguas termales de Ourense son inagotables y no son deslocalizables, nadie se las puede llevar y nuestra obligación es ponerlas al servicio de los ciudadanos". Por lo tanto, el turismo es estratégico. Leemos el viernes que el 1 de mayo la ciudad estuvo llena de visitantes y que la oficina de turismo les dio con la puerta en las narices porque no hay empleados municipales para atenderles. Todo esto es tan burdo que huelga decir nada más.
SÁBADO, 3. Un fin de semana para promocionar
Es difícil ser categórico. La semana que nos dejó algunos datos económicos para la congoja también proporcionó elementos para el optimismo. En un país agobiado por la crisis (discurso habitual) con 100.000 familias en Galicia sin ningún tipo de ingresos, según la EPA, el turismo rompe registros con reservas hoteleras al 80% en Ourense, pese a que oficialmente solo se hace puente en Madrid. No es fácil conciliar el discurso fatalista con el dato de la apariencia de un país próspero que viaja y gasta. Imposible llegar a conclusiones determinantes en unas líneas, por eso nos dejamos ir con la interpretación más cómoda, la que determina que necesitamos que nos vaya todo un poco mejor. Ourense exalta estos días vinos de O Ribeiro,se singulariza con los Maios, se convierte en escenario gracias a la Miteu y la meteorología se alía para dar lustre al fin de semana. Meigas fóra! Al menos en apariencia.
