Unas 140 viviendas en la Avenida Zamora y otras 350 en la Avenida Santiago se vieron afectadas ayer por la rotura de cinco tuberías, que dejaron sin agua a más de un millar de ourensanos. Cuatro de estas cinco incidencias tuvieron lugar por la mañana en el barrio de A Ponte, lo que obligó a los técnicos de la empresa Aquagest a cortar el suministro entre las 10 y las 19 horas. La otra rotura se produjo, en Mariñamansa, a las 15.42 horas, donde el suministro se cerró entre las 16 y las 18.45 horas.
Más de un millar de personas se quedaron ayer sin suministro de agua en la ciudad debido a la rotura de cinco tuberías en el barrio de A Ponte y Mariñamansa, que en la mayoría de los casos cuentan con más de 40 años de antigüedad.
Cuatro de estas cinco incidencias, calificadas por el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, como gordas, tuvieron lugar en la mañana en el barrio de A Ponte, siendo una en la Avenida Santiago, a la altura del número 67, la de mayor gravedad. Esta rotura obligó a cortar el suministro entre las 10 y las 19 horas, según datos proporcionados por el propio concejal, aunque los vecinos de la zona aseguraron llevar desde la noche del viernes sin agua.
La otra rotura tuvo lugar a las 15.42 horas en la Avenida de Zamora, donde los fontaneros de la empresa Aquagest se vieron obligados a cortar el suministro de agua entre las 16,00 y las 18,45 horas. En este punto la Policía Local cortó el tráfico de las 16 a las 17 horas, debido a que la zona que estaba inundada podría entorpecer la marcha de los vehículos. Esta rotura coincide en tiempo y espacio con la restitución de la canalización que el Concello está llevando a cabo en esta zona desde hace meses, específicamente en las calles de los barrios de O Posío y Mariñamansa y cuyo subsuelo se integra dentro de los 40 kilómetros de puntos negros de abastecimiento de agua que tiene la ciudad.
Según datos proporcionados por Aquagest y la Concejalía de Medio Ambiente, las roturas en el barrio de A Ponte afectaron a 50 portales de edificios, lo que representa que 350 viviendas se quedaran sin agua (800 personas), mientras que en el barrio de Mariñamansa la incidencia afectó a 20 portales dejando sin agua a 200 personas.
En palabras de Espinosa, el motivo de estas roturas no es otra que la antigüedad de las tuberías que tienen más de 40 años bajo tierra y sin ningún tipo de rehabilitación, por lo que se resisten a dejar de ser protagonistas en la ciudad. Estas tuberías en mal estado son de fibrocemento, de 150 milímetros de grosor, y su resistencia según el concejal es similar a la del papel de fumar.
De hecho, las averías son tan habituales que Medio Ambiente ha contabilizado una media de ocho incidencias diarias, entre fugas, holguras en las juntas, y roturas.
Hay que cambiar casi 100 kilómetros
A pesar de que los cinco reventones de tuberías en los barrios de Mariñamansa y A Ponte fueron arreglados ayer mismo por los técnicos de la empresa Aquagest, el concejal Demetrio Espinosa evaluó que sería preciso cambiar unos 100 kilómetros de tubería a lo largo del casco urbano para evitar la oleada de roturas de los últimos tiempos. Esta tarea la catalogó de imposible hasta para una ciudad grande como lo es Madrid, pues según dijo es ridículo pensar que en dos años podemos arreglar y solucionar lo que no se hizo en 12 años de legislaturas anteriores. Por último, aclaró que con los 40 kilómetros catalogadas por el Concello como puntos negros en la red de abastecimiento, ubicados principalmente en las calles Alejandro Pedrosa, Pardo de Cela, Avenida de A Coruña, y parte de los barrios de San Francisco, O Couto y Barrocás, la Concejalía ha sustituido las tuberías de abastecimiento y saneamiento de 10 kilómetros urbanos, en el último año y medio.
Cuatro de estas cinco incidencias, calificadas por el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, como gordas, tuvieron lugar en la mañana en el barrio de A Ponte, siendo una en la Avenida Santiago, a la altura del número 67, la de mayor gravedad. Esta rotura obligó a cortar el suministro entre las 10 y las 19 horas, según datos proporcionados por el propio concejal, aunque los vecinos de la zona aseguraron llevar desde la noche del viernes sin agua.
La otra rotura tuvo lugar a las 15.42 horas en la Avenida de Zamora, donde los fontaneros de la empresa Aquagest se vieron obligados a cortar el suministro de agua entre las 16,00 y las 18,45 horas. En este punto la Policía Local cortó el tráfico de las 16 a las 17 horas, debido a que la zona que estaba inundada podría entorpecer la marcha de los vehículos. Esta rotura coincide en tiempo y espacio con la restitución de la canalización que el Concello está llevando a cabo en esta zona desde hace meses, específicamente en las calles de los barrios de O Posío y Mariñamansa y cuyo subsuelo se integra dentro de los 40 kilómetros de puntos negros de abastecimiento de agua que tiene la ciudad.
Según datos proporcionados por Aquagest y la Concejalía de Medio Ambiente, las roturas en el barrio de A Ponte afectaron a 50 portales de edificios, lo que representa que 350 viviendas se quedaran sin agua (800 personas), mientras que en el barrio de Mariñamansa la incidencia afectó a 20 portales dejando sin agua a 200 personas.
En palabras de Espinosa, el motivo de estas roturas no es otra que la antigüedad de las tuberías que tienen más de 40 años bajo tierra y sin ningún tipo de rehabilitación, por lo que se resisten a dejar de ser protagonistas en la ciudad. Estas tuberías en mal estado son de fibrocemento, de 150 milímetros de grosor, y su resistencia según el concejal es similar a la del papel de fumar.
De hecho, las averías son tan habituales que Medio Ambiente ha contabilizado una media de ocho incidencias diarias, entre fugas, holguras en las juntas, y roturas.
Hay que cambiar casi 100 kilómetros
A pesar de que los cinco reventones de tuberías en los barrios de Mariñamansa y A Ponte fueron arreglados ayer mismo por los técnicos de la empresa Aquagest, el concejal Demetrio Espinosa evaluó que sería preciso cambiar unos 100 kilómetros de tubería a lo largo del casco urbano para evitar la oleada de roturas de los últimos tiempos. Esta tarea la catalogó de imposible hasta para una ciudad grande como lo es Madrid, pues según dijo es ridículo pensar que en dos años podemos arreglar y solucionar lo que no se hizo en 12 años de legislaturas anteriores. Por último, aclaró que con los 40 kilómetros catalogadas por el Concello como puntos negros en la red de abastecimiento, ubicados principalmente en las calles Alejandro Pedrosa, Pardo de Cela, Avenida de A Coruña, y parte de los barrios de San Francisco, O Couto y Barrocás, la Concejalía ha sustituido las tuberías de abastecimiento y saneamiento de 10 kilómetros urbanos, en el último año y medio.
