CORPUS EN OURENSE

La supresión de la Batalla de Flores en las fiestas 
abre una polémica

El Concello se defiende y afirma que habrá tres carrozas en el nuevo recorrido, mientras otros sectores lamentan el fin de una larga tradición 

Desde el viernes 20 hasta el domingo 29, las tradicionales fiestas del Corpus invadirán las calles de la ciudad con sus habituales conciertos, teatro, juegos o espectáculos diversos, pero sin la tradicional Batalla de Flores, aunque desde el Concello hayan decidido mantener este nombre para el desfile de gigantes y cabezudos que tendrá lugar el sábado, 28, a las 12, 00 horas, y al que a última hora se han incorporado tres carrozas, "que estarán adaptadas al tema de los gigantes y cabezudos, ya que el Concello es soberano para diseñar y adaptar las carrozas


"Este año lo que hemos decidido es que, con motivo de la capitalidad cultural del Eixo Atlántico, organizamos este encuentro de Xigantes e Cabezudos, con la participación de 16 grupos, la mayoría de ellos procedentes de villas portuguesas", explicó Ana Garrido. "Lo que cambia es el recorrido, que irá desde la Praza Maior hasta el Parque de San Lázaro, atravesando el Paseo, porque con estas figuras no tiene sentido hacer un recorrido tan largo, es muy complicado mover estas figuras", explica la concejala de Cultura.

Ana Garrido también indicó que "de todos modos lo que se hacía en los últimos años tampoco era ya la Batalla de Flores, es que no había ni flores para lanzar, que era el origen de esta actividad. Confío en que los ourensanos disfruten con esta actividad novedosa y que se vaya asentando". El presupuesto para las fiestas de este Corpus es el mismo del año anterior, 300.000 euros, pero ha ido disminuyendo con el paso de los años. En 1999 fue de 390.000 euros y en 2004, de 352.000 euros, por ejemplo.

La Batalla de Flores ha sido siempre uno de los actos más numerosos, al menos en cuanto a afluencia de público. El fallecido cronista de la ciudad Anselmo López Morais afirmaba en 1998 que "la Batalla de Flores suponía que todo Ourense estuviese en la calle para ver el desfile y la lucha con serpentinas de unas carrozas a otras". Aunque el etnógrafo Enrique Bande ya venía afirmando en los últimos años que la batalla iba perdiendo su esencia, al dejar de hacer las carrozas las asociaciones y grupos, y aseguraba que "año tras año la vamos matando".

El profesor de instituto Afonso Vázquez Monxardín asegura que "penso que é un dos actos centrais das festas, ao menos no que respecta a participación popular a nivel de mirar. Creo que non é incompatible unha cousa coa outra, e que se podían haber feito xuntas. As carrozas sempre as vivín con moita ilusión cando era neno e as recordo dende sempre".

Para Xosé Manuel Cid, profesor universiario, "as festas deben ser algo moi participativo, e si se fai algo así ten que ser argumentado. Cambiar algo que é tradición ten que facese por algo que vai ser moi excepcional. Está moi ben o hermanamento con Portugal, e a alternativa pode ser boa, pero sempre se é consensuada coa cidadanía".

La ex concejala nacionalista de Cultura, Isabel Pérez, explicaba que "non teño nada en contra de unir a tradición coa innovación, pero aínda que haxa xigantes ten que haber a Batalla das Flores, que define ás festas da cidade. Creo que era un dos grandes atractivos que chegaba a moita xente, e que era o que máis tirón tiña. Os cabezudos están ben, pero unha cousa non quita a outra, e aínda que ven ben actualizase, hai cousas que hai que manter".

Para Aurelio Gómez-Villar, ex concejal popular de Cultura, "esto es un despropósito porque era el número más tradicional de las fiestas, el único que mantenía ese carácter de tradición. Aunque es cierto que últimamente había cambiado, seguía congregando a un gran número de público, y atraía a mucha gente de la provincia. Esa tarde la ciudad estaba colapsada de tráfico y de personas. No me parece mal la actividad de los gigantes y cabezudos, pero creo que tendría que ser una más o reforzar la Batalla de Flores".

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