La fábrica ourensana, dedicada al sector fotovoltaico, T-Solar, entra en fase de liquidación después de no concretarse ofertas de compra que se habían barajado en los últimos meses, lo que deja en el aire los 170 puestos de trabajo, extintos en el expediente de regulación de empleo.
La situación de la empresa sigue su curso y llega a la fase de liquidación a pesar de las protestas de la plantilla, que llegaron a permanecer varios meses encerrados en sus instalaciones.
La administración concursal ha presentado en el Juzgado do Mercantil de Vigo el plan de liquidación de la empresa, estructurado en cuatro fases, según han indicado fuentes cercanas a los trabajadores, que supondría la apertura de una subasta pública.
De ser aprobado por el juez, la primera fase recogería 'la venta de la unidad productiva en su conjunto por 3,7 millones de euros', para la cual se abriría un período de tres meses.
De no salir adelante, indican estas fuentes, la segunda fase consistiría en una oferta de compra a las administraciones públicas.
La tercera y cuarta fase incluyen dos opciones, o bien adquirir 'la unidad en su conjunto' o bien 'por piezas, sin precio de salida y la liquidación mediante empresa intermediaria'.
Los trabajadores han criticado la falta de compromiso por parte del administrador a la hora de exigir garantías respecto al mantenimiento de los 170 puestos de trabajo, al no darse prioridad a la subrogación, lo que deja, según han asegurado, 'un escenario demasiado abierto que no nos da seguridad ninguna en la posibilidad de nuestra reincorporación', que tachan de 'jugada sucia' por parte de la administración concursal.
De momento, los afectados consideran 'razonables' los precios de salida de la puja a fin de que puedan llegar compradores.
Por otra parte, han apelado a la responsabilidad política de la Xunta de Galicia en este conflicto, como intermediaria, a quien le han instado a 'reparar el daño que lleva generado' con su gestión 'que fue la que nos llevó a esta situación'.
Desde el colectivo, consideran que el Gobierno gallego 'tiene que dar pasos definitivos', a fin de conseguir que la fábrica se venda en la primera fase.
'Si no tendrá que asumir su responsabilidad y hacerse cargo de la fábrica en la segunda fase, cuando le sea ofrecida'.
'No quedan más opciones, o eso o la miseria', han señalado estas mismas fuentes, quienes advierten de que no van a permitir que les lleven 'por el camino de la miseria a 170 familias'.
En la actualidad, la asamblea general ha acordado convocar a Xesgalicia a una nueva reunión con todas las centrales sindicales, donde 'dejen de imponer condición unilateralmente y se abran a un diálogo'.
Los trabajadores en diversas ocasiones criticaron que la fábrica estaba 'condenada a cerrar desde el principio' tras asegurar que 'es muy raro que una empresa de cinco años, teniendo beneficios y superando la producción estimada' imponga un Expediente de Regulación deEmpleo (ERE), medida que llegó después de otros dos ERE temporales en 2012.
