ENTROIDO - OURENSE

El último Entroido de Amorín, esta vez de verdad

Conchita Amorín sostiene un traje entre los pasillos de su tienda, en las galerías Proyflem (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Conchita Amorín sostiene un traje entre los pasillos de su tienda, en las galerías Proyflem (ÓSCAR PINAL).

A Conchita Amorín le quedan 2.000 y pico trajes de carnaval. Se jubila. Atrás deja 40 años disfrazando a los ourensanos. 

Esta vez de verdad. Cierra Fantasía Amorín. Otro comercio histórico de la ciudad. Es el último Entroido para Conchita Amorín en su tienda de las galerías Proyflem. "Definitivamente", puntualiza. El año pasado tomó la decisión de traspasar el negocio después de casi 40 años al frente. "A una ya le toca disfrutar de la vida, los nietos me necesitan". Solo tenía una condición: el que venga, que continúe con los carnavales de Amorín. 

"Era bueno para Ourense que alguien siguiese con esto, para que no bajen los carnavales como están bajando", se apena.

Son días de ajetreo. Conchita va para aquí y para allá con bolsas. Encargos de antaño y de última hora. El boca a boca de que Fantasía Amorín abrió 15 días para despedirse del Entroido agota existencias. Bueno, quedan unos 2.000 disfraces. Detrás, cuatro décadas en el taller, disfrazando a generaciones de ourensanos.  Alguno más famoso que otro. Se guarda los nombres y pasea con orgullo entre los trajes. Brocados y telas antiguas que encontró recorriendo los almacenes más remotos, inspiración en películas de época... "Los primeros disfraces eran de niña. De princesas, payasos... cosas sencillas. De aquellas no sabía como iba a reaccionar la gente". Los tres primeros le duraron unas horas en el escaparate.  "Empecé a vivir esto de los carnavales cuando vine para las galerías. Me sigue gustando. Me encanta".

Dice que la gente tiene miedo. A emprender. Lógico. "Hace falta mucha fuerza de voluntad y ganas de trabajar. Y muchas ideas, claro". Se compromete a acompañar al que venga en el negocio durante unos meses y en señarle el oficio. "Me gustaría que Carnavales Amorín estuviera abierto, que estas galerías no se mueran. Estamos pasando una crisis muy grandes", reivindica. El lunes de Entroido: última oportunidad para tener un disfraz "Amorín". 

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