El cuerpo de Demetrio B.G., de 48 años, fue liberado por un equipo de bomberos de Ourense

Un vecino de Cea fallece tras ser aplastado por el tractor que conducía por una pista

Vista del cuerpo sin vida del hombre, junto al tractor volcado. (Foto: Rosa Veiga)
Demetrio Blanco González, de 48 años y vecino de Vilaseco, en el municipio de Cea, murió en el acto tras ser aplastado por el tractor que conducía por una pista cercana a la carretera N-525 (Ourense-Santiago). El vehículo volcó a media tarde de ayer en una pequeña cuesta y cuando circulaba marcha atrás, quizá debido a un error en el cambio de velocidad, según apuntaron fuentes de Tráfico. El fallecido transitaba diariamente por esta vía a la aldea de A Ermida, donde poseía un establo con vacas.
Una pista que comunica las localidades de Vilaseco y A Ermida, en el municipio de Cea, fue escenario de un accidente con resultado de muerte. El trágico suceso ocurrió a las 16,30 horas de la tarde de ayer, en la pista provincial OU-P0000, que parte de la carretera N-525 (Ourense-Santiago) en las inmediaciones de Faramontaos.

Un tractor que conducía Demetrio Blanco González, de 48 años y vecino de Vilaseco, volcó en una pequeña pendiente en el punto kilométrico 1,500 del camino vecinal, atrapando al hombre bajo su estructura. Avisados los servicios de emergencia, un equipo de excarcelación de los bomberos de Ourense consiguió liberar al conductor, que ya había fallecido debido a las heridas sufridas.

Posible fallo

El cadavér de Demetrio B.G. fue levantado por el forense a las 18,30 horas y trasladado en una furgoneta judicial hasta la ciudad, mientras una máquina tractora remolcó y devolvió el vehículo siniestrado a su posición original. Según apuntaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, el accidente pudo haberse producido por un fallo en el cambio de velocidad del tractor cuando ascendía por la pendiente, de modo que el vehículo comenzó a circular marcha atrás y volcó al impactar con la cuneta.

Un familiar señaló que Demetrio Blanco González era soltero y que vivía con él en su casa de Vilaseco, si bien se desplazaba a diario hasta A Ermida. En esta localidad, el fallecido poseía un establo con vacas y acudía todas las tardes para sacarlas a pastar a un prado de su propiedad. Por este motivo, los vecinos de la parroquia de Vilaseco mostraron su extrañeza por lo sucedido, ‘xa que circulaba pola pista tódolos días e polo tanto coñecíaa ben’, comentaron.


Te puede interesar