Un total de 150 décimos del número 92.202 se vendieron en San Cristovo de Cea, repartidos la mayoría de ellos entre vecinos de la localidad, unos pocos peregrinos y también cazadores del coto del entorno, muchos de la zona de Santiago de Compostela, que adquirieron 10 boletos. Ana María Vázquez y su hermano Antonio Vázquez son vecinos de Leiro y hace nueve meses que regentan el Bar Pascuas, en San Cristovo de Cea. Adquirieron los décimos que resultaron premiados en O Barco porque son amigos del propietario de la administración de loterías de esa localidad.
Entre 6.000 y hasta 18.000 euros recibirán los afortunados, entre otros, los propietarios del establecimiento, la comisión de fiestas de Cea, vecinos de la localidad e incluso el alcalde, José Luis Valladares, quien aseguró que 'fai tres días que comprei o último décimo que quedaba, quería dous pero xa non había, tamén lle tocou o meu fillo porque está na comisión de festas da Saleta e os que a intergran tiveron alí unha cea e a maioría deles compraron lotería'.
Asimismo, Ana María Vázquez recuerda que también vendió algunos boletos a peregrinos, 'unos señores de Barcelona se llevaron algunos décimos para regalarlos', indicó. La noticia se sabía en torno a las 10.30 horas de la mañana. Uno de los cazadores agraciados fue el primero en enterarse y llamar por teléfono al bar. Sin embargo, todavía al mediodía eran muy pocos los que estaban informados y celebrando su buena fortuna porque, según ellos mismos declararon, 'la mayoría está trabajando y seguro que aún no sabe nada'. A última hora de la mañana, el teléfono ya no paraba de sonar para felicitar a los afortunados y también para confirmar si realmente era cierto lo que se había propagado ya por todo el pueblo.
Angel Vilas, uno de los primeros en llegar al Bar Pascuas, no disimulaba su alegría, porque 'estoy en el paro después de 40 años cotizados, estos 6.000 euros me vienen bien; también para ayudar a mi hija que ha comprado una casa'.
Asimismo, Ana María Vázquez recuerda que también vendió algunos boletos a peregrinos, 'unos señores de Barcelona se llevaron algunos décimos para regalarlos', indicó. La noticia se sabía en torno a las 10.30 horas de la mañana. Uno de los cazadores agraciados fue el primero en enterarse y llamar por teléfono al bar. Sin embargo, todavía al mediodía eran muy pocos los que estaban informados y celebrando su buena fortuna porque, según ellos mismos declararon, 'la mayoría está trabajando y seguro que aún no sabe nada'. A última hora de la mañana, el teléfono ya no paraba de sonar para felicitar a los afortunados y también para confirmar si realmente era cierto lo que se había propagado ya por todo el pueblo.
Angel Vilas, uno de los primeros en llegar al Bar Pascuas, no disimulaba su alegría, porque 'estoy en el paro después de 40 años cotizados, estos 6.000 euros me vienen bien; también para ayudar a mi hija que ha comprado una casa'.
