La entrada en vigor de la Ley Antitabaco restringió el consumo, pero la venta apenas se resintió por el aumento de precio
El 30 de diciembre del 2010 entró en vigor la Ley 42/2010, más conocida como Ley Antitabaco y eso supuso un antes y un después en cuanto a la permisividad de fumar en determinados espacios, entre ellos los de hostelería y centros de trabajo. Desde entonces en Ourense las ventas de cajetillas de tabaco han ido cayendo de forma sostenida hasta alcanzar un 30,4% en los últimos cuatro años. Según datos del Ministerio de Hacienda, en el año 2010 —último antes de que se promulgase la ley— se vendieron en la provincia 22,6 millones de cajetillas, pero el saldo a 31 de diciembre apenas superaba los 16 millones de cajetillas despachadas. La bajada en el consumo se apreció nada más entrar en vigor la ley, porque en el 2011 la cifra era ya de 19 millones, para pasar a 17,3 millones un año después, 16,3 millones en el 2013 y 16 millones a 31 de diciembre del 2014.
Sin embargo, el descenso en el consumo aún no se puede equiparar a sus efectos en términos de salud pública. Abel Rodríguez Canal, neumólogo del Complexo Hospitalario, dice que "aún ha pasado poco tiempo para llegar a conclusiones, pero sí observamos que se fuma menos desde que hay medidas políticas para impedir que se fume en sitios cerrados y se suba el precio".
Efectivamente, el coste del tabaco ha crecido en varias ocasiones, lo que ha supuesto que los ingresos perdidos como consecuencia de la caída de las ventas se compensen con el alza de precios. En Ourense la facturación en el 2010 fue de 80,1 millones de euros y en el 2014 la cifra era de 79,2 millones. Es decir, los ingresos prácticamente se mantuvieron a pesar de que la caída de venta fue del 30%.
Abel Rodríguez recuerda que en los años 90 más de un tercio de la población española fumaba y ahora ha caído a un 24%. Aventura este neumólogo que en Ourense "si seguimos con esta tasa de disminución las enfermedades cardiovasculares y tumorales van a disminuir, aunque de momento son patologías aún muy prevalentes".
Anima a la población a seguir alejándose del consumo del tabaco y a las autoridades a aplicar políticas en beneficio de la salud pública.
En cualquier caso, el consumo de tabaco ya venía experimentando algún descenso desde hace diez años, aunque de forma sostenida. En el año 2004, según el Ministerio de Hacienda, se vendieron en Ourense 25,6 millones de cajetillas, con una facturación de 57,7 millones de euros.
