La Xunta defiende que el próximo curso que comienza en septiembre habrá 130 aulas más de Infantil y Primaria en Galicia que antes de la pandemia “pese a registrarse un descenso de casi 9.200 alumnos matriculados en estas etapas en este periodo”. Mientras, la CIG critica que la administración autonómica “cierra un total 59 unidades” en Galicia este próximo curso, cuatro de ellas en Ourense, y Borja Campos, de CCOO Ensino, considera que el descenso demográfico, “evidente en aulas de Infantil”, es una “oportunidade para descender as ratios máximas de alumnado por fin”. Eso permitiría, dice, “mellorar a atención educativa e manter o emprego”. Sin embargo, desde la Xunta señalan que “las ratios establecidas por la normativa estatal para Infantil y Primaria son de 25 alumnos por aula”, y puntualizan que en Galicia “el 70% de las aulas de estas etapas tienen 20 alumnos o menos”, y, de ellas, “el 30% tienen 10 o menos alumnos”. Además, subrayan que Galicia se mantiene en “puestos de cabeza” en la ratio alumno/profesor.
La Consellería de Educación avanza que el 8 de septiembre se iniciará el curso total de 7.581 aulas de Infantil y Primaria en funcionamiento, lo que supone “130 más que las 7.451 del curso 2019/20”, antes del estallido de la pandemia, cuando se produjo un bajón importante. En cuanto al número de alumnos, según los datos trasladados por la Xunta, en el curso 2019 había en Galicia 137.275 alumnos en Infantil y Primaria, mientras que para el próximo curso hay matriculados 128.081, 9.184 menos. Dice Educación que dispone de “todo el profesorado necesario para atenderlas”, considerando que “se da respuesta a las necesidades de los escolares matriculados en el sistema público”.
El sindicato CIG sostiene que, según la modificación aprobada por la Xunta, se suprimen “33 unidades en Educación Infantil e 26 en Educación Primaria”, lo que supone un total de 59 unidades menos y “case 100 docentes menos no sistema educativo galego en Infantil e Primaria”, lo cual les parece una “política de desmantelamento” de la educación pública y una nueva “perda da oportunidade de empezar a baixar as ratios”, como apunta también CCOO.
Por último, desde CCOO inciden en que las supresiones “non deben recaer só na rede pública”, sino que debe ser un “esforzo compartido entre rede pública e concertada”.
