Lugo evocará desde este viernes y hasta el domingo, con más de 200 actos organizados por la concejalía de Juventud, su esplendoroso pasado romano a través de la fiesta Arde Lucus.
El galope de bigas; el macellum (mercado); luchas de gladiadores; ventas de esclavos; dos sesiones de circo de la época o un campamento de forjadores retrotraerán a vecinos y turistas, a los años 26 y 12 aC, cuando Paulo Fabio Máximo, legado de César Augusto, fundó la antigua Lucus Augusti.
Más de dos mil años contemplan a la ciudad más antigua de Galicia, que surgió como un campamento romano y más tarde se convirtió en una de las tres capitales de la antigua Gallaecia (las otras dos eran Braga y Astorga).
Los vestigios romanos en Lugo son evidentes, aunque quedan especialmente simbolizados en su bien conservada muralla, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y un complejo termal en las inmediaciones del río Miño.
Incluso algunas de las infraestructuras de la época imperial siguen en activo a día de hoy. Es el caso del puente romano que todavía soporta el paso de más de 15.000 vehículos diarios para comunicarse entre las dos partes de la ciudad que separa el río.
Todo esto sin olvidarse de la gran cantidad de restos que fueron apareciendo en las obligatorias excavaciones arqueológicas, parte de los cuales se conservan 'in situ' o incluso fueron musealizados como es la casa de Batitales, donde se realiza una reproducción virtual de la vida del campamento romano de Lucus Augusti y se pueden visualizar los restos de una Domus o casa de un dirigente romano de clase acomodada.
La concejalía espera que por Lugo pasen más de 300.000 visitantes. Cada vez son más las personas que hacen coincidir sus vacaciones con Arde Lucus, comentó la titular de Juventud, Rosana Rielo.
La propia concejala utilizará atuendo de la época, lo mismo que miles de lucenses y visitantes. Cada día son más las tiendas que se van especializando en la confección de trajes para lucir como Senadores, Patricios, esclavos, druidas o celtas.
La implicación es tal, que hasta los reclusos que cursan estudios en el centro de adultos de Bonxe se han sumado a la confección de trajes por encargo y están saturados.
A las 17:00 horas de mañana viernes arrancará el macellum y a la misma hora se abrirá el campamento de forjadores, una de las grandes novedades de este año. A partir de ese momento, cada rincón y cada calle del casco histórico albergará algún acto de esta fiesta histórica.
Arde Lucus es un éxito por la implicación de la gente, razonó Rielo, quien da por hecho que la novena edición de esta fiesta no desmerecerá a ninguna de las ediciones anteriores.
Las calles estarán tomadas, entre otros, por la Cohors III Lucensium, una de las múltiples asociaciones que han surgido al amparo de esta fiesta y que reproducen con medio centenar de legionarios lo que era una cohorte romana como unidad táctica de infantería.
Habrá batalla entre celtas y romanos (expugnatio), bodas celtas, espectáculo de malabares, escolta de gladiadores, concierto de arpas o animaciones de zancudos y desfiles de patrullas romanas.
Todo esto mezclado con viandas y vino que se servirá en el tabernarium, hasta que la fiesta se dé por concluida el domingo a las 21:30 horas, cuando ya comenzará la preparación de un nuevo Arde Lucus.
Más de dos mil años contemplan a la ciudad más antigua de Galicia, que surgió como un campamento romano y más tarde se convirtió en una de las tres capitales de la antigua Gallaecia (las otras dos eran Braga y Astorga).
Los vestigios romanos en Lugo son evidentes, aunque quedan especialmente simbolizados en su bien conservada muralla, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y un complejo termal en las inmediaciones del río Miño.
Incluso algunas de las infraestructuras de la época imperial siguen en activo a día de hoy. Es el caso del puente romano que todavía soporta el paso de más de 15.000 vehículos diarios para comunicarse entre las dos partes de la ciudad que separa el río.
Todo esto sin olvidarse de la gran cantidad de restos que fueron apareciendo en las obligatorias excavaciones arqueológicas, parte de los cuales se conservan 'in situ' o incluso fueron musealizados como es la casa de Batitales, donde se realiza una reproducción virtual de la vida del campamento romano de Lucus Augusti y se pueden visualizar los restos de una Domus o casa de un dirigente romano de clase acomodada.
La concejalía espera que por Lugo pasen más de 300.000 visitantes. Cada vez son más las personas que hacen coincidir sus vacaciones con Arde Lucus, comentó la titular de Juventud, Rosana Rielo.
La propia concejala utilizará atuendo de la época, lo mismo que miles de lucenses y visitantes. Cada día son más las tiendas que se van especializando en la confección de trajes para lucir como Senadores, Patricios, esclavos, druidas o celtas.
La implicación es tal, que hasta los reclusos que cursan estudios en el centro de adultos de Bonxe se han sumado a la confección de trajes por encargo y están saturados.
A las 17:00 horas de mañana viernes arrancará el macellum y a la misma hora se abrirá el campamento de forjadores, una de las grandes novedades de este año. A partir de ese momento, cada rincón y cada calle del casco histórico albergará algún acto de esta fiesta histórica.
Arde Lucus es un éxito por la implicación de la gente, razonó Rielo, quien da por hecho que la novena edición de esta fiesta no desmerecerá a ninguna de las ediciones anteriores.
Las calles estarán tomadas, entre otros, por la Cohors III Lucensium, una de las múltiples asociaciones que han surgido al amparo de esta fiesta y que reproducen con medio centenar de legionarios lo que era una cohorte romana como unidad táctica de infantería.
Habrá batalla entre celtas y romanos (expugnatio), bodas celtas, espectáculo de malabares, escolta de gladiadores, concierto de arpas o animaciones de zancudos y desfiles de patrullas romanas.
Todo esto mezclado con viandas y vino que se servirá en el tabernarium, hasta que la fiesta se dé por concluida el domingo a las 21:30 horas, cuando ya comenzará la preparación de un nuevo Arde Lucus.
