La crisis económica provocó que un tercio de los conductores españoles retrase el mantenimiento de su vehículo, como el cambio de neumáticos, generando así un riesgo para la seguridad vial, según un estudio presentado ayer por la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial). Además, según afirmó la coordinadora de proyectos de Fesvial, Cristina Catala, casi un 70% de los automovilistas realiza ahora una conducción más económica, cifra que se incrementó en un tercio respecto de los datos de 2009.
Asimismo, el 32% de los conductores retarda el cambio de los neumáticos lo que puede ocasionar que en situaciones de riesgo o emergencia el vehículo no responda adecuadamente. Por su parte, el director de marketing de Seguros Pelayo, Miguel Zarzuelo, que colaboró junto con Fesvial y la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) en este estudio, admitió que la crisis supuso una modificación, tanto positiva como negativa, de los hábitos de conducta al volante.
Circular a marchas más largas y a pocas revoluciones, reducir la velocidad, o usar de forma racional el aire acondicionado y la calefacción son algunas de las técnicas más utilizadas para obtener un mayor ahorro en la conducción. Dentro de las conductas positivas detectadas, el uso del transporte público se incrementó en más de un 20%, mientras que el número de desplazamientos a pie aumentó en un 57%.
Según muestra el estudio, los conductores intentaron reducir distintos gastos como el uso de zonas de estacionamiento regulado, los aparcamientos de pago o los peajes, así como el 37% de los conductores cambió su póliza por una de menor cuantía. Además, 7 de cada 10 conductores reconoce tener ahora más miedo a ser multados, sin embargo tan sólo un 7% se manifiesta más nervioso, distraído o agresivo al volante. No obstante, a pesar de que la capacidad económica de los conductores se redujo debido a la crisis, sólo un 33% de ellos compara precios y reposta carburante en las gasolineras más baratas.
Tampoco la crisis económica afectó significativamente -un 7 por ciento- a la decisión de los hogares de prescindir de algún vehículo. Respecto del uso de vehículos híbridos o eléctricos, sólo el 15% de los conductores estaría dispuesto a cambiar su vehículo tradicional por uno más ecológico.
Circular a marchas más largas y a pocas revoluciones, reducir la velocidad, o usar de forma racional el aire acondicionado y la calefacción son algunas de las técnicas más utilizadas para obtener un mayor ahorro en la conducción. Dentro de las conductas positivas detectadas, el uso del transporte público se incrementó en más de un 20%, mientras que el número de desplazamientos a pie aumentó en un 57%.
Según muestra el estudio, los conductores intentaron reducir distintos gastos como el uso de zonas de estacionamiento regulado, los aparcamientos de pago o los peajes, así como el 37% de los conductores cambió su póliza por una de menor cuantía. Además, 7 de cada 10 conductores reconoce tener ahora más miedo a ser multados, sin embargo tan sólo un 7% se manifiesta más nervioso, distraído o agresivo al volante. No obstante, a pesar de que la capacidad económica de los conductores se redujo debido a la crisis, sólo un 33% de ellos compara precios y reposta carburante en las gasolineras más baratas.
Tampoco la crisis económica afectó significativamente -un 7 por ciento- a la decisión de los hogares de prescindir de algún vehículo. Respecto del uso de vehículos híbridos o eléctricos, sólo el 15% de los conductores estaría dispuesto a cambiar su vehículo tradicional por uno más ecológico.
