Las emisiones de gases de efecto invernadero en España disminuyeron un 6,5 por ciento en 2008 respecto al año anterior. El descenso del consumo de electricidad y del uso del vehículo motivado por la crisis económica es la principal causa de la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
CCOO presentó el informe Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990-2008) que indica que, además, los cambios protagonizados en la estructura del mix de generación eléctrica explican esta caída más allá de la coyuntura económica. En concreto, la reducción de emisiones en el sector eléctrico fue de 20 millones de toneladas de CO2.
Según el coordinador del informe, José Santamarta, a estos factores hay que sumarle la disminución relevante del uso de electricidad con carbón, que disminuyó un 33,8 por ciento en 2008. Consideramos que esto se debe al aumento de los precios del carbón de importación y a los derechos de emisión de CO2 en los primeros meses del año, destacó el secretario de Medio Ambiente de CCOO, Lloreng Serrano.
Además, durante el año pasado el peso de las renovables comenzó a hacerse notar, cubriendo ya el 20,5 por ciento de la generación de electricidad, casi cinco puntos por encima de lo que aportó la nuclear, que también incrementó su producción respecto a 2007 en un 7 por ciento. España debe de invertir decididamente en las renovables para disminuir las emisiones y, a su vez, liderar un sector emergente, consideró Serrano
El sector del transporte fue uno de los principales protagonistas en la reducción de gases de efecto invernadero. Principalmente, motivado por el aumento del precio de los combustibles y a la reducción de los desplazamientos laborales y de mercancías.
Queremos que el Gobierno haga políticas públicas que disminuyan realmente las emisiones más allá de que la crisis o los precios de mercado favorezca esta tendencia, señaló Serrano.
ALEJADOS DE LOS COMPROMISOS
A pesar de los datos optimistas, España continúa siendo el país de la UE que más se aleja de los compromisos marcados por el Protocolo de Kyoto y que le obligaban a no superar en más de un 15 por ciento las emisiones en 2012 respecto al año base. España podrá, según los acuerdos firmados, aumentar este objetivo hasta el 37 por ciento gracias a la adquisición de derechos de emisión. Aún así, el panorama no es lo suficientemente esperanzador ya que, según indica el informe de CC.OO., las emisiones alcanzan un incremento respecto a 1990 de un 42,7 por ciento.
Tal y como informó Serrano, en esta situación España tendría que adquirir derechos de emisión de 300 millones de toneladas de CO2 para limitarse al aumento del 37 por ciento. Desde CC.OO., que en otro años se mostraron muy escépticos a la posibilidad de que España cumpla finalmente con Kyoto, lanzan un mensaje optimista. Si se hace un esfuerzo urgente y serio probablemente podamos cumplir con ese porcentaje, señaló Serrano.
De momento, el sindicato estima que tal y como evoluciona la situación económica cabe esperar un descenso de las emisiones mucho más pronunciado para 2009.
Según el coordinador del informe, José Santamarta, a estos factores hay que sumarle la disminución relevante del uso de electricidad con carbón, que disminuyó un 33,8 por ciento en 2008. Consideramos que esto se debe al aumento de los precios del carbón de importación y a los derechos de emisión de CO2 en los primeros meses del año, destacó el secretario de Medio Ambiente de CCOO, Lloreng Serrano.
Además, durante el año pasado el peso de las renovables comenzó a hacerse notar, cubriendo ya el 20,5 por ciento de la generación de electricidad, casi cinco puntos por encima de lo que aportó la nuclear, que también incrementó su producción respecto a 2007 en un 7 por ciento. España debe de invertir decididamente en las renovables para disminuir las emisiones y, a su vez, liderar un sector emergente, consideró Serrano
El sector del transporte fue uno de los principales protagonistas en la reducción de gases de efecto invernadero. Principalmente, motivado por el aumento del precio de los combustibles y a la reducción de los desplazamientos laborales y de mercancías.
Queremos que el Gobierno haga políticas públicas que disminuyan realmente las emisiones más allá de que la crisis o los precios de mercado favorezca esta tendencia, señaló Serrano.
ALEJADOS DE LOS COMPROMISOS
A pesar de los datos optimistas, España continúa siendo el país de la UE que más se aleja de los compromisos marcados por el Protocolo de Kyoto y que le obligaban a no superar en más de un 15 por ciento las emisiones en 2012 respecto al año base. España podrá, según los acuerdos firmados, aumentar este objetivo hasta el 37 por ciento gracias a la adquisición de derechos de emisión. Aún así, el panorama no es lo suficientemente esperanzador ya que, según indica el informe de CC.OO., las emisiones alcanzan un incremento respecto a 1990 de un 42,7 por ciento.
Tal y como informó Serrano, en esta situación España tendría que adquirir derechos de emisión de 300 millones de toneladas de CO2 para limitarse al aumento del 37 por ciento. Desde CC.OO., que en otro años se mostraron muy escépticos a la posibilidad de que España cumpla finalmente con Kyoto, lanzan un mensaje optimista. Si se hace un esfuerzo urgente y serio probablemente podamos cumplir con ese porcentaje, señaló Serrano.
De momento, el sindicato estima que tal y como evoluciona la situación económica cabe esperar un descenso de las emisiones mucho más pronunciado para 2009.
