Francia recupera el cetro mundial de la cocina en el Bocuse d'Or

Francia reconquistó ayer el cetro más codiciado de los concursos de cocina al proclamarse campeona del Bocuse d'Or y recuperó así el orgullo perdido en la edición precedente donde no logró meterse en el podio.
El equipo liderado por el joven chef de Lenotre Paris, Thibaut Ruggeri, logró superar en el palmarés final a Dinamarca, campeona de la pasada edición y una de las grandes favoritas.

Los países nórdicos y Francia copan habitualmente los podios en esta prestigiosa competición, que se celebra cada dos años en Lyon (sudeste de Francia) en el marco del Salón Internacional de la Restauración, Hostelería y Alimentación.

Japón dio la gran sorpresa al ser la segunda vez en los 14 años de historia del Bocuse d'Or que una delegación asiática finaliza entre los tres primeros. Singapur también quedó tercera en 1989. Precisamente, la entrega de este premio al equipo nipón creó el momento más emotivo de la ceremonia. El ayudante del chef, Masanori Sakashita, rompió a llorar desconsoladamente durante largo rato sin que nadie pudiera calmarle y ante la mirada de sorpresa de Paul Bocuse, creador del concurso y padre de la 'Nouvelle cuisine'.


SIN PRESENCIA ESPAÑOLA

España no estuvo presente en la final al no lograr su clasificación en la eliminatoria europea, que se celebró el pasado marzo en Bruselas. El chef alicantino Ernest Miralles, por problemas técnicos al fallarle el horno, no logró acabar entre los 12 primeros, y posteriormente rechazó la invitación de la organización.

Los participantes tuvieron 5 horas y 35 minutos para elaborar los dos platos principales del concurso, uno de carne, con solomillo de ternera irlandesa y uno de pescado, con rodaballo y bogavante azul.

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