'Gas de la risa' en botellones, una moda nada graciosa

Dosis del peligroso gas de la risa, que supone un grave riesgo para la salud.
photo_camera Dosis del peligroso gas de la risa, que supone un grave riesgo para la salud.
Se utiliza para la sedación y el control del dolor, pero también en la repostería

Ante el incremento de la venta de globos de óxido nitroso a los jóvenes mientras hacen botellón, el Consejo General de Dentistas advierte de que un uso indebido de este gas, también conocido como “gas de la risa”, conlleva riesgos graves para su salud, más si mezcla con el consumo de alcohol.

El óxido nitroso es un gas incoloro que se utiliza para la sedación y el control del dolor. Y, como con todos los fármacos, su uso está exclusivamente restringido a prescripción facultativa, ya que puede conllevar riesgos graves, incluso se han descrito algunos casos de muerte súbita.

“En las clínicas dentales se utiliza, fundamentalmente, para intervenciones no demasiado largas en pacientes que no controlan o controlan mal su grado de ansiedad (odontofobia). Está clasificado dentro del grupo de anestésicos, aunque suele usarse en concentraciones menores mezclado con oxígeno. De esta manera, no se duerme al paciente, el cual puede seguir colaborando sin sentir dolor ni recordar nada de ese periodo debido a su efecto amnésico”, explica doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.

Entre las propiedades del óxido nitroso N2O está la de ser un potente depresor del sistema nervioso central, muy similar al que produce la inhalación del pegamento.  Las personas que consumen este tipo de gas buscan el efecto de euforia y los trastornos psicodislépticos que genera, debido a la privación de oxígeno en el cerebro causado por el gas. 

Los profesionales sanitarios que lo utilizan, incluyendo a los dentistas, deben recibir una formación específica sobre su buen uso, indicaciones, contraindicaciones, así como sobre las medidas a tomar en caso de complicaciones. De hecho, algunas Comunidades Autónomas tienen una normativa expresa sobre el uso de este gas.

“La utilización del óxido nitroso debe ir precedida de un análisis previo del estado de salud de la persona que va a recibirlo, de su edad, de su peso, de la posible asociación a otros fármacos o drogas. En pacientes con serios problemas respiratorios, algunas patologías cardiovasculares o determinados rasgos de personalidad, puede estar contraindicado el uso de este fármaco”, explica Castro.

El “gas de la risa” se puso de moda en lugares de ocio entre la juventud, pero no es un producto nuevo y se ha popularizado en algunos países de Europa, donde algunos de ellos estudian modificar sus leyes para prohibirlo.

Un producto legal

En España el óxido nitroso es un producto legal, pues las cápsulas en las que se vende se utilizan en repostería, pero también en medicina, por lo que está permitido comprarlo, tenerlo y comercial con él, pero no puede venderse para aspirarlo desde globos que previamente son inflados.

Su venta a través de internet está al alcance de cualquiera y se puede adquirir en diversos formatos. Además de las pequeñas cápsulas, existen incluso bombonas que llevan 15 kilos de gas y con el que algunas personas sin escrúpulos ganan gran cantidad de dinero, pues con uno de estos grandes recipientes rellenan miles de globos y comprar uno de ellos a un joven le sale más barato que adquirir otro tipo de sustacias estupefacientes como la cocaína.

“El incremento de su autoconsumo por parte de jóvenes y adolescentes debe considerarse un serio problema de salud pública. En Reino Unido, por ejemplo, ya llevan registradas 35 muertes debidas al mal uso del óxido nitroso. Es urgente, por lo tanto, tomar medidas sobre esta peligrosa moda”, concluye el doctor Óscar Castro.

Puede llegar a provocar un infarto

Algunos de los efectos más comunes que se producen después de la inhalación de óxido nitroso son la aparición de euforia, entumecimiento del cuerpo, sensación de sedación, mareos, risa incontrolada, descoordinación motora, visión borrosa, confusión y cansancio. Estos efectos van directamente asociados a la inhalación del gas, por lo que desaparecen de manera inmediata en unos 3-5 minutos después de suspenderlo.

Sin embargo también existen los peligros más extremos de un uso indebido. Entre ellos se encuentran la bajada brusca de la presión arterial, infarto de miocardio, hipoxia (falta de oxígeno) o alucinaciones visuales, entre otras. 

Si además se asocia su consumo con otras sustancias como el alcohol o las drogas, se incrementan los riesgos para la salud de quien se presta a este peligroso juego, porque se produce una desinhibición y una pérdida del sentido de riesgo.

 

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