La hermana Bonoha dice que su corazón aún está en Monrovia

“ ́Miguel Pajares era un gran padre, un misionero que amaba a todos gracias a la orden por enviarnos a un santo", destacó

La hermana de la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, Juliana Bonoha, agradeció ayer la ayuda brindada por el Gobierno español por la repatriación y la atención recibida en el hospital Carlos III de Madrid aunque ha asegurado que su corazón y pensamiento siguen en Monrovia, con quienes aún sufren por el ébola con pocos recursos.

"Hoy mi pensamiento y mi corazón siguen en Monrovia con aquellos que sufren ébola, que luchan sin apenas recursos", subrayó cuatro días después de salir del hospital Carlos III donde permaneció en cuarentena hasta que se descartó que padeciera ébola. En cualquier caso, dijo que la decisión de volver o no a Monrovia depende de sus superiores.

La hermana Bonoha también ha recordado al padre Miguel Pajares, junto al que fue repatriado desde Monrovia hace casi un mes y que falleció el pasado 12 de agosto en el hospital Carlos III de Madrid donde había sido tratado con el medicamento ZMapp, llegado de Estados Unidos. "Era un gran padre, un misionero auténtico que amaba a todos sin distinción. Gracias a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios por enviarnos a un santo", destacó la hermana.

El Ministerio de Sanidad aprobó la donación para el hospital de Monrovia, donde trabajaban Pajares y Bonoha, de un cargamento con 11 toneladas de medicación y material sanitario de protección, valorado en 155.756 euros.

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