Incertidumbre sobre el futuro, lo que más preocupa a vecinos de La Restinga

Vecinos de La Restinga, en la isla canaria de El Hierro, procedieron a retirar algunas embarcaciones y objetos personales (Foto: EFE)
La incertidumbre acerca del futuro es lo que más preocupa a los vecinos de La Restinga, ha dicho Donato Marchesini, un italiano que desde hace tres años trabaja en este lugar.
Donato Marchesini indicó que el pueblo de La Restinga se ha construido en torno al turismo y comentó que el hecho de que los vecinos fuesen desalojados el 11 de octubre como consecuencia del 'entre comillas desastre natural que tal vez sea una bendición en el futuro' les ha sumido en la inquietud.

Tanto a él como a los propietarios de empresas de buceo les han sido canceladas las reservas y no tienen la seguridad de que reanudarán la actividad a corto plazo, por lo que viven con la incertidumbre de buscar respuestas para cambiar sus vidas.

Donato Marchesini explicó que las fechas en las que la erupción submarina ha irrumpido en sus vidas están en una buena temporada turística, que estaba previsto continuar hasta enero o febrero, meses en los que baja la actividad.

Pero la temporada se ha estropeado para ellos e ignoran cuándo podrán reanudad la actividad, y Donato Marchesini explicó que también hay que tener en cuenta los aspectos personales pues 'tenemos casa, propiedades, barcos', una vida de la que no saben qué será, 'si se nos estropea lo poco que tenemos'.

La Restinga es un pueblo de pescadores, de trabajadores que ahora están parados, indicó Donato Marchesini, quien insistió en que los vecinos de ese pueblo pesquero no tienen respuestas, pero, añadió, tampoco los científicos.

Además, aseguró que en La Restinga no huele a azufre y que la única novedad ha sido la aparición de una mancha de color 'verde turbio' que ha entrado en el puerto, mientras que se ha reducido el número de temblores sísmicos.

Desde que fueron desalojados, los vecinos de La Restinga sólo han podido entrar a recoger sus enseres, pero no pueden regresar porque las autoridades dicen que lo más adecuado es permanecer fuera debido a que las mareas han metido la mancha en el puerto del núcleo costero.

Y desde ayer se toman medidas para comprobar si es buena la calidad del aire, ya que las autoridades afirman que huele a azufre y que aunque no hay toxicidad en el ambiente sí se sufren molestias si se permanece largo tiempo en La Restinga.

Donato Marchesini declaró que en La Restinga casi siempre hay viento del noreste y sacaría los olores, y agregó que cuando el lunes trasladaron los barcos hasta el puerto de La Estaca, en Valverde, les sorprendió el color de la mancha.

Susana Castiñeria, bilbaína que desde hace unos tres años reside en La Restinga, donde tiene una empresa de buceo, manifestó a Efe que tiene dos hijos y vive en una habitación que le han dejado, pero reconoce que no es plan continuar de este modo.

Piensa que el mar volverá a estar bien, pero nadie puede decir cuándo, por lo que tiene incertidumbre ante lo que pueda ocurrir durante los próximos meses.

Susana Castiñeira cree que los vecinos de La Restinga deberían recibir alguna ayuda y en su caso recordó que tiene gastos aunque no trabaje, por lo que espera no tener que abonar el pantalán ni la seguridad social del mar durante un tiempo.

'Si al menos nos quitan los gastos para compensar la falta de ingresos', comentó Susana Castiñeira, quien dijo que no puede decirle a su casero que no puede pagar el alquiler de la vivienda debido a la erupción volcánica submarina.

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