La mitad de los españoles teme perder el trabajo, y ocho de cada diez que lo pierda un familiar

 (Foto: EFE)
Funcas revela que más del 50% de los de clases bajas tiene miedo a no disponer de recursos suficientes. El pesimismo se ha instalado entre los españoles. Casi ocho de cada diez teme que algún familiar directo pierda el empleo, y cerca de la mitad creen que lo pueden perder ellos mismos. Además, entre las clases más bajas, el 56 por ciento de los ciudadanos tiene miedo a no disponer de recursos suficientes.
Y no es mejor la opinión sobre la economía española: el 42 por ciento es 'radicalmente pesimista' porque piensa que el deterioro ha continuado, mientras que más de la mitad piensa que su economía familiar va mal.

Los datos del último Cuaderno de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) no dejan lugar a dudas. Los españoles no tienen esperanzas de que la situación económica mejore, muchos temen perder su empleo, y muchos más temen que lo pierda un familiar cercano. En cuanto a las previsiones, Funcas mantiene el crecimiento del PIB para 2011 y 2012 en el 0,9 por ciento y en el 1,5 por ciento, respectivamente.

En concreto, el porcentaje de españoles que teme perder el empleo es del 49 por ciento, y se eleva al 79 por ciento cuando se les pregunta si teme que un familiar directo se quede sin trabajo. La diferencia es mayor según la clase social a la que se pertenece, y así el 72 por ciento de las personas de clase alta o media alta considera posible la pérdida de empleo personal o familiar, mientras que en el caso de los obreros sin cualificar el porcentaje se incrementa hasta el 84 por ciento.

Y más de uno de cada tres españoles teme no disponer de recursos suficientes. En concreto, le quita el sueño al 36 por ciento de los encuestados de clase alta y al 56 por ciento de los de clases más bajas.

Otra de las conclusiones es que se ha recuperado la tercera parte de la competitividad en costes en la industria que se perdió desde el inicio de la Unión Monetaria. Pero otros desequilibrios no se superan, como la absorción del 'stock' de viviendas sin vender, la reducción del endeudamiento de los hogares o el saneamiento de los balances de las entidades financieras. Estas variables apenas progresan, y en concreto el 'stock' de casas no presenta ninguna mejora.

Además, el estudio asegura que la tasa de paro se situará en el 20,8 por ciento este año, y en el 20,4 por ciento en el próximo. Otra de las conclusiones de Funcas es que el crecimiento procederá en su totalidad, nuevamente, del sector exterior, mientras que en 2012 la aportación de la demanda nacional volverá a ser positiva por primera vez desde el inicio de la crisis.

Además, el pesimismo persiste. Para el 8 por ciento de los españoles, la economía española durante los doce meses anteriores no ha cambiado, y un 42 por ciento es 'radicalmente pesimista', porque opina que el deterioro ha continuado y continuará en los próximos meses. Uno de cada cuatro, un 25 por ciento, considera que se ha producido un nuevo retroceso de la economía, pero no piensa que siga cayendo.

La opinión no es mucho mejor cuando se les pregunta sobre su economía familiar. Así, más de la mitad (52 por ciento) de los españoles creen que su economía va mal, y uno de cada cuatro se muestra 'radicalmente pesimista' porque consideran que su economía está en retroceso. Además, uno de cada tres españoles cree que su economía no ha cambiado y espera mantener la misma situación en el futuro.

En cuanto a las previsiones económicas, Funcas mantiene el crecimiento del PIB para 2011 y 2012 en el 0,9 por ciento y en el 1,5 por ciento, respectivamente, y estima que la tasa de paro se situará en el 20,8 por ciento este año y en el 20,4 por ciento el próximo. El perfil esperado por Funcas de crecimiento intertrimestral del PIB apunta a tasas en torno al 0,2%-0,3% este año, y del 0,4%-0,5% el próximo, lo que representa un ritmo tendencial inferior al 2 por ciento en términos anualizados.

El sector exterior volverá a ser la fuente principal de crecimiento, según Funcas, mientras que en 2012 la aportación de la demanda nacional volverá a ser positiva por primera vez desde el inicio de la crisis, aunque inferior a la de la demanda externa.

Otra de la conclusiones es que el crecimiento del consumo privado será prácticamente nulo en 2011, un 0,3 por ciento, y muy suave en 2012, un 1,2 por ciento, mientras que el consumo público se mantendrá en tasas negativas en ambos periodos. La inversión en equipo y otros bienes aumentará un modesto 1,8 por ciento este año, y el próximo se acelerará hasta cerca del 4 por ciento.

Por su parte, la inversión en construcción continuará en tasas negativas importantes, aunque, a diferencia de lo sucedido en 2009 y 2010, la construcción residencial caerá a un ritmo inferior a la no residencial. En cuanto al sector exterior, las exportaciones volverán a aumentar más que las importaciones.

RITMO SUFICIENTE PARA CREAR EMPLEO

Sobre el empleo, Funcas estima que en el conjunto de 2011 volverá a descender en comparación con 2010, aunque posiblemente hacia el final de este ejercicio la economía vuelva a crear puestos de trabajo, con un modesto avance del 0,5 por ciento en 2012. 'Un ritmo insuficiente para reducir la tasa de paro, que en media anual será del 20,8 por ciento este año y del 20,4 por ciento el próximo', señala Funcas.

Sobre la tasa de inflación, estima que se moverá a partir de ahora a la baja, mientras que la productividad moderará su crecimiento hasta el 1,9% en 2011 y el 1% en 2012, lo que unido a la evolución esperada de las remuneraciones salariales supondrá una variación del coste laboral por unidad producida del -0,9% y del 0,2%, respectivamente.

Por último, la tasa de ahorro privado descenderá este año y el próximo, lo que llevará a un descenso de la tasa de ahorro nacional, a pesar del aumento del ahorro del sector público. Así, prevé que las administraciones públicas cierren con un déficit del 6,5% (medio punto más que la estimación del Gobierno) y del 4,9% para 2012 (también medio punto más).

Por otro lado, el último 'Cuadernos de Información Económica' dedica un estudio a analizar el proceso de reestructuración de las cajas, y señala que a medida que este proceso de concrete, la apuesta por relanzar y señalizar la función social será fundamental. Así, destaca que en las estrategias e imagen de muchos de los nuevos grupos de cajas, la importancia concedida a 'lo social' como un valor distintivo de la marca 'cajas' resulta bastante apreciable.

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