Crisis y falta de ayudas obligan a recurrir a donaciones, préstamos o tiendas de segunda mano

Los padres buscan alternativas a la compra de libros escolares

Estantes repletos de libros de diferentes temáticas en un centro madrileño (Foto: ARCHIVO)
La crisis de las economías domésticas más la reducción o supresión de ayudas públicas para libros escolares empuja a más familias a optar por los usados, que intentan conseguir por la donación de otras, el intercambio o la compraventa, espontáneamente o a través de entidades sociales.
Un tercio de los escolares tendrá dificultades para comprar libros por la imposibilidad de asumir el gasto, según la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), así que hay que buscar alternativas, siempre con cuidado de que no estén desfasados y se encuentren bien conservados.

'Los libros de mi hijo para primero de bachillerato los he comprado por 75 euros, unos en tienda y otros en la calle, cuando hubiera pagado unos 200 si fueran nuevos', explicaba ayer Rosi, una madre de San Fernando de Henares (Madrid). Es la primera vez que acude al tradicional mercadillo al aire libre de la calle de los Libreros de la capital, donde vende manuales de ESO al precio de 10 ó 15 euros y saca así para los que ella necesita.

Otros padres prefieren hacer cola delante de las pocas librerías de nuevos y usados que sobreviven en esta calle: unos, con maletas repletas para vender; y el resto, con una lista de compra. Pedro, responsable de una de ellas, La Casa de la Troya, especializada en bachillerato y universidad, se queja de la 'competencia desleal' del rastrillo, que ha aumentado de manera 'bestial'. Pide que, al menos, los vendedores se pongan lejos de las tiendas y sospecha que algunos son 'profesionales' que, si uno se descuida, se cuelan en la librería intentando captar clientes. Recuerda que hubo 'bastante mercadillo' en los años 80 y tiene la impresión de que ha aumentado la demanda de los usados, que vende por 18 o 20 euros, según su conservación.

El intercambio y la compraventa tampoco son ajenos a Internet, donde proliferan las páginas especializadas, ni al interés de docentes y colegios, asociaciones de padres, de vecinos, ONG o ayuntamientos.

En Beniel (Murcia), profesorado del instituto público Gil de Junterón emprendió una campaña de recogida y distribución de libros al final del curso pasado, que se ha completado durante septiembre, según cuenta la alumna del centro y presidenta de la Federación Murciana de Asociaciones de Estudiantes, María Rodríguez.

Y 'a patadas' ha aumentado la demanda ciudadana de información y ayuda que reciben las asociaciones de barrio por este problema, unido a la subida del IVA del material escolar, como explica el presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales, José Vicente Vallín. Vallín hace una petición: que los alumnos deterioren los libros lo justo, para que sigan valiendo para otros escolares el próximo curso.

Te puede interesar
Más en Sociedad