La Princesa de Asturias inauguró el lunes la XXIV edición del salón del Gourmet en Madrid, evento para el cual volvió a sacar del armario un vestido que lució el pasado 18 de febrero, coincidiendo con la inauguración de la feria de arte contemporáneo ARCO.
Muy guapa y con vestido en tonos beige de Felipe Varela, la Princesa de Asturias inauguró el salón del Gourmet, que anualmente se celebra en el recinto ferial IFEMA.
Para la ocasión, Letizia, que acudió sin su marido, el Príncipe Felipe, 'recicló' un vestido que ya se enfundó hace unos meses cuando fue a visitar la feria de arte contemporáneo ARCO.
Se trata de un vestido en tono beige y de manga corta de su diseñador fetiche, Felipe Varela, con detalles de pedrería y medallones imitando carey a la altura del cuello. Letizia combinó el diseño con unas medias tupidas marrones de ante con plataforma, al igual que hizo hace unos meses en ARCO.
El pelo lo llevó suelto y muy natural, al igual que el maquillaje, otorgando gran importancia al espectacular cuello bordado del vestido de Varela. En cuanto a los complementos, igual de discretos que el maquillaje, Letizia optó por unos sencillos pendientes de brillantes, así como una cartera de piel de serpiente en tonos marrones.
La Princesa se mostró en todo momento muy interesada y atenta tras su paso por los distintos stands, aunque lo que realmente llamó la atención de Letizia fue un grupo de niñas que se reunió en la boutique del pan.
Para la ocasión, Letizia, que acudió sin su marido, el Príncipe Felipe, 'recicló' un vestido que ya se enfundó hace unos meses cuando fue a visitar la feria de arte contemporáneo ARCO.
Se trata de un vestido en tono beige y de manga corta de su diseñador fetiche, Felipe Varela, con detalles de pedrería y medallones imitando carey a la altura del cuello. Letizia combinó el diseño con unas medias tupidas marrones de ante con plataforma, al igual que hizo hace unos meses en ARCO.
El pelo lo llevó suelto y muy natural, al igual que el maquillaje, otorgando gran importancia al espectacular cuello bordado del vestido de Varela. En cuanto a los complementos, igual de discretos que el maquillaje, Letizia optó por unos sencillos pendientes de brillantes, así como una cartera de piel de serpiente en tonos marrones.
La Princesa se mostró en todo momento muy interesada y atenta tras su paso por los distintos stands, aunque lo que realmente llamó la atención de Letizia fue un grupo de niñas que se reunió en la boutique del pan.
