El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, mostró su preferencia hacia el modelo alemán de relación Iglesia-Estado y aseguró que en la actualidad 'la respuesta de la Iglesia' en las relaciones con el Gobierno español 'es de diálogo'.
'En un contexto global me encuentro mejor en España que en Francia', dijo preguntado acerca de si envidia la laicidad francesa, pero añadió: 'Me da envidia Alemania'.
En este sentido, señaló que los artículos 16 y 27 de la Constitución y el Concordato de España con la Santa Sede de 1978-79 dan un marco 'mucho más positivo' a España que a Francia 'incluso en la categoría de laicidad positiva'.
Para el cardenal Rouco intervino con una ponencia titulada 'Iglesia, Sociedad y Comunidad Política. Estado actual de la cuestión', la fórmula de la laicidad positiva 'es muy buena para una relación entre Iglesia-Estado fecunda'. 'El camino del diálogo y de la laicidad positiva es el camino de nuestro tiempo', indicó.
En este sentido, planteó la necesidad del diálogo entre católicos, cristianos y no creyentes en los países de la historia cristiana en torno a los fundamentos morales prepolíticos del Estado Democrático de Derecho y también con los creyentes de otras religiones.
Asimismo, señaló que es diálogo debe tener el objetivo de llegar al conocimiento objetivo de la dignidad de la persona humana y sus bienes, de la sociedad y del bien común. También destacó la necesidad de llegar a la laicidad positiva y la importancia del 'derecho concordado', como 'marco y fruto institucional' del diálogo.
'LA PALABRA CHOQUE ES MUY DRAMATICA'
Concretamente, el prelado, preguntado por una postura de 'choque' con la Iglesia en la línea Legislativa del Ejecutivo español, consideró que 'la palabra choque es muy dramática' y que, pese a que haya 'puntos de vista divergentes' en algunas cuestiones, 'la respuesta de la Iglesia es de diálogo'.
Concretamente, sobre si este diálogo ha dado ya frutos tras la reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 1 de agosto, monseñor Rouco Varela comentó: 'Apenas acabamos de llegar de vacaciones'.
Por otra parte, sobre la intención del Gobierno de reformar la ley de Libertad Religiosa, señaló que no se 'imagina en qué se puede desarrollar', calificando de 'muy bien hecha' la ley vigente, 'concebidas en función de las realidades religiosas no católicas presentes en la sociedad española' y que luego se concretaron en acuerdos bilaterales. En cualquier caso, aseveró: 'Si es para bien y es buena... Veremos'.
Concretando sobre la presencia de símbolos religiosos como crucifijos en las tomas de posesión de altos cargos, el cardenal consideró que no cree que tengan que desaparecer porque pertenecen a la historia y a la cultura de España y consideró de 'poca sensibilidad cultural' retirarlos.
Además, dijo que hay sensibilidades 'a las que les molesta todo' y que 'no se puede regular la vida de un país por pequeñas minorías que se sienten muy ofendidas'. 'No debe de ser este un asunto en el que perdiese nadie la tranquilidad y la sensibilidad a la hora de juzgar', apuntó.
En este sentido, señaló que los artículos 16 y 27 de la Constitución y el Concordato de España con la Santa Sede de 1978-79 dan un marco 'mucho más positivo' a España que a Francia 'incluso en la categoría de laicidad positiva'.
Para el cardenal Rouco intervino con una ponencia titulada 'Iglesia, Sociedad y Comunidad Política. Estado actual de la cuestión', la fórmula de la laicidad positiva 'es muy buena para una relación entre Iglesia-Estado fecunda'. 'El camino del diálogo y de la laicidad positiva es el camino de nuestro tiempo', indicó.
En este sentido, planteó la necesidad del diálogo entre católicos, cristianos y no creyentes en los países de la historia cristiana en torno a los fundamentos morales prepolíticos del Estado Democrático de Derecho y también con los creyentes de otras religiones.
Asimismo, señaló que es diálogo debe tener el objetivo de llegar al conocimiento objetivo de la dignidad de la persona humana y sus bienes, de la sociedad y del bien común. También destacó la necesidad de llegar a la laicidad positiva y la importancia del 'derecho concordado', como 'marco y fruto institucional' del diálogo.
'LA PALABRA CHOQUE ES MUY DRAMATICA'
Concretamente, el prelado, preguntado por una postura de 'choque' con la Iglesia en la línea Legislativa del Ejecutivo español, consideró que 'la palabra choque es muy dramática' y que, pese a que haya 'puntos de vista divergentes' en algunas cuestiones, 'la respuesta de la Iglesia es de diálogo'.
Concretamente, sobre si este diálogo ha dado ya frutos tras la reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 1 de agosto, monseñor Rouco Varela comentó: 'Apenas acabamos de llegar de vacaciones'.
Por otra parte, sobre la intención del Gobierno de reformar la ley de Libertad Religiosa, señaló que no se 'imagina en qué se puede desarrollar', calificando de 'muy bien hecha' la ley vigente, 'concebidas en función de las realidades religiosas no católicas presentes en la sociedad española' y que luego se concretaron en acuerdos bilaterales. En cualquier caso, aseveró: 'Si es para bien y es buena... Veremos'.
Concretando sobre la presencia de símbolos religiosos como crucifijos en las tomas de posesión de altos cargos, el cardenal consideró que no cree que tengan que desaparecer porque pertenecen a la historia y a la cultura de España y consideró de 'poca sensibilidad cultural' retirarlos.
Además, dijo que hay sensibilidades 'a las que les molesta todo' y que 'no se puede regular la vida de un país por pequeñas minorías que se sienten muy ofendidas'. 'No debe de ser este un asunto en el que perdiese nadie la tranquilidad y la sensibilidad a la hora de juzgar', apuntó.
