La firma, fundada hace cinco años por dos jóvenes catalanes, cuenta con cuatro tiendas propias ubicadas en los centros comerciales más exclusivos de Nairobi y otra más en Kigali
Diseños españoles que respiran la esencia de África. Esta es la propuesta de Mille Collines, la firma fundada hace cinco años por dos jóvenes catalanes que han logrado fusionar en cada una de sus piezas, minuciosamente hechas a mano, tendencias de las grandes pasarelas con la tradición de este continente.
Inés Cuatrecasas y Marc Oliver emprendieron su aventura en Kigali, la capital de Ruanda, donde en 2009, a sus 26 años, decidieron montar su negocio con una particularidad: en lugar de dirigirse al público europeo, querían hacer ropa en África y para África.
"La familia de mi socia está muy arraigada a África. Fue por eso que conocimos a una mujer que tenia un taller de costura en Ruanda. Nos gustó y empezamos este proyecto. Y a la aventura", explica a Efe Oliver en una de las exclusivas tiendas con las que cuenta la firma en Nairobi.
Con unos 40 empleados, la gran mayoría locales, la producción de Mille Collines se realiza artesanal e íntegramente bajo la etiqueta "made in Africa", que se coloca tanto a prendas como a piezas de joyería y otros accesorios.
Los detalles sutiles en cinturas o cuellos, que recuerdan a los pareos locales que lucen la mayoría de africanas de todo el continente, o botones hechos a mano en sisal o estaño, son fruto de la mirada local de Cuatrecasas y Oliver.
Solo los tejidos, que se combinan con paño africano, proceden de España porque "aquí no hemos encontrado una tela de calidad" que se ajuste a las exigencias de la firma, precisa el joven catalán.
Aunque Mille Collines está presente en varios puntos de venta multimarca en España y colabora ocasionalmente con la cadena estadounidense Anthropologie, propiedad de Urban Outfitters, Oliver insiste en que su mercado es África.
"El 'made in Africa' solo es sostenible si va unido al "sell in Africa" (vende en África) porque, sino, los costes no tienen sentido. Nosotros producimos aquí para vender aquí, porque, a diferencia de lo que pueda pensar la gente, los costes de producción son muy elevados en África", explica.
Con sus diseños vanguardistas, estos dos catalanes buscan confeccionar "lo que el africano necesita", sin olvidar las tendencias que triunfan en las grandes pasarelas de Estados Unidos o Europa.
Con prendas que no bajan de los 80 euros, Mille Collines no está al alcance del africano medio. Oliver insiste en que su colección está dirigida "a la nueva mujer trabajadora, que pertenece a una nueva generación preparada, que trabaja y empieza a tener poder adquisitivo para poder gastar dinero en ropa, viajes, etc."
En la actualidad, la firma ya cuenta con cuatro tiendas propias ubicadas en los centros comerciales más exclusivos de Nairobi y otra más en Kigali.
"Si todo va bien, el año que viene abriremos la primera tienda en Sudáfrica. Es un mercado mucho más grande y exigente. Pero creemos que la empresa ya está preparada", asegura.
Pero dejar Barcelona y emprender este negocio en África no fue nada fácil para estos dos jóvenes que acababan de terminar sus estudios universitarios.
"Cuando empiezas y tienes 26 años, todo es esfuerzo", recuerda Oliver, quien cinco años después de emprender esta aventura se muestra más que satisfecho porque está "creciendo y funcionando".
"Al final es aquí donde tienes muchas opciones de equivocarte y volver a hacer. Es un sitio que te permite el lujo de poder probar cosas y si salen mal, no afectan tanto como en Barcelona, donde hay mucha competencia", señala.
La filosofía de estos dos jóvenes es no dejar nunca de arriesgar y, por eso, acaban de lanzar su primera línea de ropa masculina en Nairobi.
Las perspectivas de Mille Collines están puestas en Sudáfrica, donde participarán por tercera vez consecutiva en la Mercedes Benz Fashion Week de África, que a partir del próximo 29 de octubre reunirá a los mejores diseñadores africanos en Johannesburgo.
"Estamos encantados. Ya es como nuestra casa. Hay mucho talento en Sudáfrica y queremos aprovecharlo", añade el joven catalán.
