Dos propietarios cedieron varias fincas para que las trabajen familias castigadas por la crisis

O Barco ofrecerá terrenos baldíos a vecinos necesitados

Casa quemada durante el gran incendio forestal del verano de 2012, en Millarouso (O Barco). (Foto: J.C.)
Dos vecinos de O Barco, propietarios de fincas en O Castro y Veigamuiños, pusieron a disposición del Concello sus tierras para que las trabajen otras familias. Los interesados pueden encontrar en ellas desde castaños, prados y monte alto hasta huertas, según explicó el concejal de Medio Rural e Cemiterio, Luis Arias Fernández. El ofrecimiento responde a un llamamiento que el alcalde, Alfredo García Rodríguez, lanzó en agosto, con la idea de recuperar los terrenos abandonados, próximos a las aldeas y núcleos urbanos.
Su primer objetivo fue evitar el riesgo de incendio forestal a los pueblos, y es que en las retinas de los barquenses aún están presentes las escenas del gran incendio forestal del 10 de agosto de 2012, cuando el fuego quemó 1.749 hectáreas de montes, tres casas y causó cuantiosos daños en bienes privados y públicos. Sin embargo, la crisis económica añadió una segunda finalidad al programa: ayudar a familias más necesitadas. 'Hai fincas paradas e xente pasándoo mal. Pode ser unha saída a crise para xente que tense que arreglar cos 400 euros de subsidio por desempleo. É unha saída do atolladero', explicó el edil de Medio Rural.

El ofrecimiento no cayó en oídos sordos. Cuatro personas advirtieron al concejal de su interés por trabajar tierras que no estén cultivadas. 'Queren facer plantacións cunha garantía de ter os terreos certo tempo. Da pena ver fincas cheas de silvas!', exclamó Luis Arias. Dijo que el cultivo de una huerta puede ser una ayuda importante para familias necesitadas, que tienen en los pueblos unas viviendas a precios asequibles. 'Nos pobos colles casas que están moi ben de precio', añadió.


ALQUILERES

Sus palabras coinciden con las de Julio Mourelo Fulgueral. Después de anunciar que cada vez hay más barquenses que se mudan a las aldeas próximas, el presidente de Cáritas Interparroquial de O Barco, confirmó que desde la ONG diocesana están invitando a mudarse al rural a aquellas familias que tienen problemas para pagar los caros alquileres que rigen en la villa.

Los planes del Concello no se limitan a una función de intermediario entre el propietario de la finca abandonada y los interesados en trabajarlo. El proyecto municipal va más allá. Pretende que estén libres de maleza todas aquellas situadas en una franja de 50 a 100 metros alrededor de los pueblos. Cuando los dueños no las limpien, lo hará el Concello. Eso sí, facturando los costes a sus dueños. El problema surge cuando estos no aparecen, una circunstancia que se da en más de la mitad de las 10.000 fincas investigadas por el aparejador cedido al Concello por la Diputación Provincial, en noviembre de 2012. En estos casos, el proceso lleva más tiempo, según dijo Luis Arias. Añadió que la ocupación de estas tierras es la opción que despertó más interés y por la que más preguntan los vecinos.



Una ley obligará a trabajar las parcelas de las concentraciones


El concejal de Medio Rural de O Barco confirmó la entrega de las primeras ofertas y solicitudes de terrenos por el concejal pocos días después de que el Consello de la Xunta anunciase medidas encaminadas a acabar con el abandono de terrenos en las concentraciones parcelarias. En la reunión del pasado 14 de noviembre, el Ejecutivo autonómico analizó el anteproyecto de la Lei de mellora da estrutura territorial de Galicia, en el que trabaja la Consellería do Medio Rural e do Mar, que dirige Rosa Quintana.

La norma, además de buscar un mayor aprovechamiento de los terrenos y reestructurar las parcelas agrarias, también toma medidas para combatir el problema del abandono. Ofrece dos alternativas a los propietarios de parcelas sin cultivar: 'Traballalos e poñelos en produción, arrendalos a terceiros que os traballen ou incorporalos ao Banco de Terras', según informó el Gabinete de Comunicación. Añadió que las citadas parcelas pueden ser incorporadas a las próximas, si existe peligro de incendio, demanda de tierra de las explotaciones cercanas o bien son zonas quemadas.

El concejal de Medio Rural, Luis Arias, aseguró tener conocimiento de que la Consellería do Medio Rural también manejaba medidas contra el abandono de las fincas. Asimismo, se quejó de que, después del incendio de 2012, se comprometió a entregar plantas de castaño para reponer las que ardieron, pero dijo que nunca llegaron.n

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