La calle de la movida registró dos trifulcas con otros tantos heridos en los últimos quince días
Los vecinos de la zona de la movida barquense se levantaron ayer con un reguero de sangre sobre la acera, una imagen que esperan que deje de repetirse. Horas antes, un altercado entre dos personas se saldó con una de ellas, de nacionalidad rumana, herida en una mano. Trasladado al Hospital Comarcal Valdeorras, fue atendido de lesiones causadas con arma blanca. Fuentes consultadas por este diario comentaron que el suceso ocurrió pasadas las 4.00 horas de la madrugada del sábado.
No es la primera vez que los vecinos de la Rúa de Abdón Blanco se encuentran con un reguero de sangre al salir de casa. Apenas transcurrieron dos semanas desde la trifulca que en la madrugada del día 10 se saldó con cinco personas investigadas por otros tantos delitos de agresión física. Todos sufrieron politraumatismos e incluso, uno de ellos, era trasladado al Hospital Comarcal Valdeorras por los sanitarios barquenses del 061 para ser atendido del corte provocado por una botella. Esa noche, los agentes de la Policía Local y Guardia Civil tuvieron que hacer frente a una situación que, debido a la extrema violencia mostrada por los implicados, estuvo a punto de írseles de las manos.
El problema de las peleas en la zona de la movida barquense comienza a adquirir tintes inquietantes. Tanto es así que era abordado en el último pleno de la Corporación municipal que preside Alfredo García Rodríguez. El regidor mostró ayer su preocupación ante el rebrote de la violencia y confirmó que durante los días siguientes al de la trifulca de Abdón Blanco, los agentes de la Policía Local y Guardia Civil aumentaron las patrullas por la zona. "Esos días se amplió la vigilancia", dijo el alcalde.
El regidor recordó que los implicados en la trifulca del día 10 comenzaron a pelear a pesar de que Guardia Civil y Policía Local habían coincidido en la Rúa de Abdón Blanco. "No puedes evitar que, en un momento, salte una chispa y comience una pelea", añadió el alcalde.
El problema de la seguridad también alcanzó a los propietarios de negocios. Precisamente, la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA) trasladó su inquietud al alcalde por temor a que los locales puedan resultar afectados.
Resurge la vieja demanda de un puesto principal
Las limitaciones de las plantillas de Guardia Civil y Policía Local podrían estar detrás de este repunte de la violencia en O Barco. No solo son las peleas, también están los robos, como los cinco -incluidas las tentativas- registrados hace poco más de una semana, saldados con la detención de un vecino. "Falta presencia en la calle", aseguraron fuentes próximas a las fuerzas de seguridad de O Barco.
Con frecuencia, una sola patrulla de la Guardia Civil se encarga de velar por la seguridad de toda la comarca. El refuerzo de una segunda, esta de la Policía Local, para recorrer las calles de O Barco los fines de semana es, a todas luces, insuficiente. Pudo palparse en la trifulca del día 10, cuando la reyerta que estuvo a punto de acabar en tragedia, debido a la violencia de los investigados por agresiones.
Esta situación vuelve a poner sobre la mesa la vieja reclamación de un puesto principal de la Guardia Civil para O Barco. Los empresarios de AEVA llevan solicitándolo desde 2010, cuando colectivos sociales y políticos lo incluyeron en el Foro Valdeorras Século XXI. Su creación conllevaría un aumento de la plantilla y la creación de una estructura que se divide en tres áreas: seguridad ciudadana, atención al público e investigación.
