Los trabajos para recoger los restos del accidente comenzarán cuando descienda el nivel del río

El caudal del Sil impide retirar el autobús siniestrado en 1977

Los restos del autobús llevan 35 años abandonados en la orilla derecha del río Sil. (Foto: LUIS BLANCO)
Los concellos de Vilamartín y A Rúa ya cuentan con todos los permisos necesarios para retirar los restos del autobús escolar que en 1977 cayó sobre la vía del tren provocando 13 muertos, 12 de ellos niños. Sin embargo, los trabajos aún deberán esperar algunos días, ya que la crecida del río Sil, provocada por las últimas lluvias, obligó a aplazarlos hasta que el nivel de las aguas vuelva a descender, según explicaba ayer el alcalde rues, Avelino García Ferradal.
Los vecinos de Vilamartín tuvieron que esperar 35 años para que los alcaldes de los dos concellos se decidiesen a unir esfuerzos y gestionar la eliminación de un montón de chatarra de muy malos recuerdos para los vilamartineses. La dificultad de señalar a cuál de los dos municipios pertenece el lugar donde están los restos obligó a los dos regidores a trabajar conjuntamente.

El de A Rúa, Avelino García, anunció ayer que el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, autorizó la ejecución de los trabajos. La autorización del organismo responsable de la cuenca del Sil se suma a las que, en las últimas semanas, otorgaron Iberdrola y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Con los tres permisos en la mano, la retirada del autobús comenzará en cuanto el nivel del río Sil lo permita.

Una vez solventado el trámite del permiso, un equipo formado por trabajadores con los que contactó el alcalde vilamartinés, Enrique Álvarez Barreiro, cortará los pocos árboles que impiden el acceso de un vehículo hasta el lugar donde está la chatarra.

Los operarios desbrozarán el paso y acondicionarán una pequeña pista de no más de 50 metros. Su apertura permitirá el acceso de la maquinaria al lugar donde están los restos. Seguidamente, intervendrá el Consorcio de Salvamento de Valdeorras. Los bomberos del parque comarcal con sede en A Rúa cortarán las piezas del vehículo, para que éstas puedan ser retiradas con mayor facilidad.

Un chatarrero será el responsable de recoger los hierros para transportarlos hasta su negocio. Así lo dijo el alcalde rues, García ferradal, que también explicó que este empresario se ocupará de eliminar los restos sin que las arcas municipales se vean obligadas a desembolsar cantidad alguna por su eliminación.

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