VALDEORRAS

Los dos hermanos de Santoalla irán a juicio por el crimen del holandés

<p></p>
photo_camera Martín Albert Verfondem tenía 52 años cuando murió a consecuencia de un disparo cuando regresaba a Santoalla.

El próximo miércoles deberán acudir al juzgado de O Barco para la comparecencia en la que se concretarán las imputaciones

El miércoles de la próxima semana los dos investigados por el asesinato del holandés afincado en Santoalla (Petín), Martin Albert Verfondern, regresarán de nuevo al Juzgado de Instrucción de O Barco para conocer los pormenores de los cargos a los que se enfrentan antes de ir a juicio.

En la comparecencia, tal como prevé el artículo 25 de la Ley del Jurado, el fiscal concretará los hechos, traducidos a delitos, de los que les va a acusar. Posteriormente, se abre un periodo para la petición de pruebas con las que acreditar en la vista oral las posiciones de cada una de las partes.

Los hermanos Julio y Juan Carlos Rodríguez González, de 52 y 49 años, respectivamente, están incursos en un procedimiento penal por el homicidio/asesinato ocurrido el 19 de enero de 2010. El más joven como autor material del disparo a bocajarro. El segundo, que está en libertad, sólo reconoce que dio amparo a su hermano: escondió el todoterreno que conducía la víctima y el cadáver, cuyos restos nos fueron encontrados hasta el 18 de junio de 2014, a pie de una pista forestal, a 12 kilómetros de la aldea.

Según sostienen en su entorno, el encubrimiento de un hermano no es delito y, por tanto, no debe sentarse en el banquillo. El Código Penal exime de responsabilidad penal a los parientes directos que incurran en encubrimiento. Ahora bien, el ministerio fiscal no comparte ese argumento. Para la acusación pública, ambos comparten responsabilidades en la planificación del crimen. Y, aunque no solicitó a la jueza instructora el encarcelamiento de Julio Rodríguez, se ha opuesto en varias ocasiones a la solicitud de la defensa de dejar sin efecto la prohibición de acercarse a la localidad de Santoalla, en donde sigue residiendo Margot Pool, la viuda de la víctima.

Un jurado popular, integrado por nueve ciudadanos y dos suplentes, tendrá la última palabra a la hora de decidir qué ocurrió el 19 de enero de 2010 cuando Verfondern regresaba a Santoalla tras realizar unas gestiones -compra de víveres- en O Barco y acudir a un bar de A Rúa. Juan Carlos Rodríguez González confesó al ser citado en el cuartel por la Guardia Civil para declarar como testigo en diciembre de 2014. Habían transcurrido casi cinco años del asesinato. Según dijo, mató al holandés tras reprocharle que conducía "como un tolo". Pero hacía tiempo, demasiado, que la víctima y sus únicos vecinos mantenían malas relaciones por la gestión de los montes comunales.

Te puede interesar